La cápsula de Bowman, o cápsula glomerular, es una estructura hueca con forma redondeada situada al comienzo del componente tubular de las nefronas, la unidad funcional básica de los riñones. La cápsula de Bowman rodea al glomérulo y ambos forman el corpúsculo renal, el lugar dónde se produce el filtrado sanguíneo con el que comienza la formación de la orina.
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Descripción anatómica
La cápsula de Bowman se localiza en la nefrona, en la cara de la pirámide renal que da a la corteza renal. Tiene forma de copa esférica formando una especie de saco que rodea al glomérulo. En un lado presenta una apertura por la que entran arteriolas desde la corteza renal y por el otro lado se une al túbulo contorneado proximal. En base a estas características se distinguen dos polos en la cápsula de Bowman:
- Polo vascular: en este polo se sitúa la apertura de la cápsula de Bowman por dónde entra la arteriola aferente del glomérulo y sale la arteriola eferente.
- Polo urinario: el filtrado que se produce desde los capilares glomerulares es recogido por la cápsula de Bowman y se vierte al túbulo contorneado proximal, unido a la cápsula en el polo urinario.
En el espacio interior que rodea la cápsula de Bowman, la arteriola aferente que entra por el polo vascular se divide en múltiples capilares y forma el glomérulo. Estos capilares son de tipo fenestrado, con un endotelio muy poroso, y están rodeados por una membrana que rodea todo el glomérulo, la membrana basal glomerular.
A continuación de la membrana basal, ya nos encontramos con la cápsula de Bowman. La cápsula de Bowman presenta dos capas, la capa visceral (interna) y la capa parietal (externa). Entre ambas capas está el espacio urinario, a veces también llamado espacio de Bowman. La capa visceral está compuesta por unas células especiales que rodean a los capilares glomerulares y que se conocen como podocitos.
El endotelio fenestrado de los capilares glomerulares, la membrana basal glomerular y la capa visceral de la cápsula de Bowman forman la conocida como barrera de filtrado y es dónde se produce la filtración de la sangre y comienza la formación de la orina.
Función: el ultrafiltrado
El proceso de filtración que se produce en la barrera de filtrado se denomina ultrafiltración o filtración glomerular. En este proceso, los podocitos de la cápsula de Bowman tienen un papel fundamental, sobre todo en la retención de proteínas para que no se pierdan en la orina.
En los capilares glomerulares se alcanza una presión hidrostática de aproximadamente 10 kPa (kilopascales). En el espacio urinario de la cápsula de Bowman existe una presión osmótica de 4.0 kPa y una presión hidrostática de 2.7 kPa. La diferencia, 3.3 kPa, es la denominada presión efectiva.
Esta presión obliga a pequeñas moléculas contenidas en la sangre, como el agua, iones, urea y algunos aminoácidos, a fluir desde los capilares hacia el espacio urinario. La barrera de filtrado se opone al paso de células y grandes moléculas (a partir de 30 kilodaltons), como la hemoglobina, y también al paso de iones negativos, que, aunque son capaces de atravesar la barrera de filtrado, lo hacen en mucha menos cantidad que los iones positivos como el sodio, el potasio o el calcio.
Los podocitos que rodean los capilares emiten numerosas proyecciones que se entrelazan entre sí mediante moléculas de nefrina, una proteína que se une a otra proteína, la podocina, y esta a su vez se une finalmente a la membrana celular de los podocitos. Esta red proteica es la que retiene la mayor parte de proteínas, grandes moléculas y células sanguíneas para que no pasen a la orina.
El líquido que llega al espacio urinario, el ultrafiltrado, es similar al plasma sanguíneo pero sin la mayor parte de las proteínas. El ultrafiltrado pasa por el polo urinario de la cápsula de Bowman y se recoge en túbulo contorneado proximal.
A partir de aquí, el ultrafiltrado comienza un recorrido hasta los conductos colectores que pasa por el túbulo proximal, el asa de Henle y el túbulo distal. En este recorrido se reabsorbe parte del agua, electrolitos y algunas moléculas orgánicas, y también se secretan de forma activa sustancias de desecho, para formar la orina que es finalmente excretada a través de la uretra.
Consideraciones sanitarias
El ritmo de flujo de ultrafiltrado en el riñón se mide a través del Índice de Filtración Glomerular, una de las principales medidas de diagnóstico de la función renal. Generalmente se estima de forma indirecta a través del Aclaramiento de Creatina. Ambos datos se utilizan para evaluar la evolución de enfermedades como la insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardíaca o hipertensión.
El Índice de Filtración Glomerular también se utiliza en pacientes que se deben someter a diálisis para saber cuándo es necesario realizarla.
Algunas enfermedades afectan directamente a la cápsula de Bowman. Entre ellas, una de las más representativa es el Síndrome Nefrótico Congénito, causada por una mutación en el gen que codifica para la nefrina.