Se conoce como disruptor endocrino a toda sustancia exógena que es capaz de alterar el funcionamiento del sistema endocrino, lo que afecta al equilibrio hormonal y generalmente se traduce en consecuencias negativas para la salud. También se conocen como disruptores hormonales o interruptores endocrinos; también es común utilizar las siglas EDC, del inglés Endocrine Disrupting Chemicals.
Aunque existen sustancias naturales que pueden afectar al sistema endocrino, por ejemplo los fitoestrógenos, la mayoría de disruptores endocrinos son sustancias artificiales, frecuentemente contaminantes ambientales, que absorbemos a través del agua, alimentos, aire o a través de la piel.
También pueden ser ingredientes normales en productos de uso humano, por ejemplo algunos productos cosméticos, alimentos y polímeros plásticos, o utilizarse en la industria ganadera y agrícola, por ejemplo pesticidas.
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Efectos generales sobre la salud
El sistema endocrino utiliza las hormonas como señales químicas para regular numerosas funciones del organismo, como el crecimiento, desarrollo sexual, la gestación o la lactancia. Interferir en este sistema puede hacer que no funcione adecuadamente y se produzcan problemas de salud.
En los animales se ha podido observar que los efectos no son los mismos si la exposición se produce durante la etapa embrionaria, la etapa fetal o en el adulto. En general, la exposición en etapas de desarrollo tempranas produce mayores efectos que la exposición en adultos, aunque los efectos de exposiciones tempranas pueden aparecer a largo plazo, incluso no aparecer hasta la edad adulta.
Los principales efectos de los disruptores hormonales observados en animales son:
- disfunciones tiroideas
- disfunciones metabólicas que afectan al crecimiento
- malformaciones óseas
- alteraciones relacionadas con los caracteres sexuales y función reproductiva: masculinización de hembras y feminización de macho, criptorquidia (retención de los testículos en el abdomen), malformaciones y tumores en órganos sexuales, disminución de la fertilidad en hembras y machos.
Los efectos sobre el humano no son conocen tan bien como los efectos en animales por la dificultad de realizar estudios experimentales, aunque se tienen datos de muchas sustancias que son o han sido ampliamente utilizadas. Por ejemplo:
- Las hijas de mujeres tratadas con dietilestilbestrol (DES) durante el embarazo desarrollan alteraciones en la función reproductiva.
- El dicloro difenil tricloroetano (DDT; un pesticida persistente actualmente prohibido) en mujeres embarazadas aumenta el riesgo de partos prematuros y produce problemas en el desarrollo cognitivo en los niños que sufrieron exposición durante la etapa fetal.
- La exposición fetal a los bifenilos policlorados (PCBs) altera el desarrollo del sistema inmunitario en los niños.
También existen evidencias epidemiológicas de alteraciones a largo plazo que se asocian con la presencia de disruptores hormonales en el ambiente, aunque no se haya establecido con exactitud una relación causal:
- Disminución de la media de recuento espermático en países desarrollados.
- Aumento de cáncer en órganos relacionados con la función sexual: mama, útero, próstata, testículos, ovarios.
- Desequilibrio hormonal: tiroides, hormonas sexuales.
Mecanismo de acción
Los disruptores endocrinos se caracterizan por interferir en el funcionamiento del sistema endocrino. Esta interferencia se puede dar a varios niveles y los mecanismos implicados pueden ser igualmente muy variados:
- Agonismo: disruptores endocrinos que mimetizan la actividad hormonal de las hormonas endógenas. Generalmente actúan activando el mismo tipo de receptores que la hormona endógena y compiten con ella por interaccionar con el receptor. Por ejemplo, el DDT, los fitoestrógenos, los PCBs o los PBBs (polibromobifenilos).
- Antagonismo: disruptores hormonales que disminuyen o contrarrestan la acción de las hormonas endógenas. Por ejemplo, pueden unirse al receptor hormonal sin producir respuesta pero bloqueando la unión de la hormona endógena que si produce repuesta. Por ejemplo, el vinclozolin es un antifúngico con efecto antiestrogénico.
- Alteración del metabolismo hormonal, generalmente alteran la síntesis o la eliminación, por lo que afectan a los niveles fisiológicos normales.
- Alteración de la expresión de receptores hormonales.
Relación dosis-efecto
Dos características muy importantes de los disruptores endocrinos son que:
- suelen mostrar efectos a dosis considerablemente bajas.
- pueden tener curvas dosis-efecto no monotónicas.
Una de las principales formas de evaluar el efecto de sustancias tóxicas es la curva dosis-efecto. Esta curva se obtiene al representar el efecto producido frente a la dosis utilizada. Una curva dosis-efecto típica muestra mayor efecto a mayor dosis comenzando en una dosis mínima. Este tipo de curvas que suben en una dirección se conocen como monotónicas.
Sin embargo, muchos disruptores endocrinos siguen una curva con forma de U, lo que se corresponde con un efecto alto a dosis bajas y a dosis altas mientras que tienen un efecto más bajo a dosis intermedias. También pueden tener forma de U invertida, lo que se corresponde con un efecto alto a dosis bajas, intermedias y altas, pero con poco efecto a dosis muy altas o muy bajas. En ambos casos pueden existir sustancias sin límite de dosis sin efecto.
Tipos
Existen muchos de tipos de sustancias que pueden actuar como disruptores endocrinos, y en los llamados países desarrollados son muy habituales en la vida diaria de la población. La dieta y el aire son las principales vías de exposición.
Los alimentos pueden contener sustancias naturales con efecto hormonal, por ejemplo los fitoestrógenos, pero la mayor parte de disruptores endocrinos a los que nos exponemos son contaminantes de origen sintético, tales como pesticidas o productos derivados de polímeros plásticos.
Los diferentes tipos de disruptores endocrinos los podemos agrupar en:
- Productos químicos sintéticos: fuentes en pesticidas y fitosanitarios, cosméticos, plásticos, pinturas, barnices, detergentes. Uno de los principales grupos de este tipo son los xenoestrógenos, que se definen como sustancias sintéticas que no existen de forma natural y que tienen efecto estrogénico; incluye sustancias tan ampliamente utilizadas como los PCBs, el BPA (bisfenol-A) o los ftalatos.
- Productos químicos naturales: destacan los fitoestrógenos, por ejemplo las isoflavonas, y hormonas animales que puedan alcanzar el medio, incluyendo las humanas.
- Fármacos de efecto hormonal: este tipo de sustancias tienen un potente efecto hormonal de forma intencionada, como los fármacos anticonceptivos y las terapias hormonales sustitutivas.