Las varices o venas varicosas y las arañas vasculares se producen por problemas circulatorios. Afecta más a mujeres que a hombres. Pueden cursar con dolor pero, por lo general, no presentan mayores problemas que los estéticos, salvo casos graves o con mucho dolor.
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¿A qué se deben?
Las arterias son los vasos sanguíneos que llevan sangre y oxígeno a todos los órganos y tejidos del cuerpo empujada por los latidos del corazón. Las venas, por su parte, son los vasos sanguíneos que llevan la sangre de vuelta desde los tejidos hacia el corazón para ser mandada de nuevo a los pulmones dónde se volverá a cargar de oxígeno (amplia en diferencias entre venas y arterias). Esta vuelta de sangre al corazón a través de las venas se conoce como retorno venoso.
Cuándo el retorno venoso es débil o se dificulta por algún motivo, a la sangre le cuesta volver al corazón y parte de ella se queda atrás acumulándose y congestionando las venas. Debido a esta acumulación y congestión, las venas se ensanchan de forma anómala pudiéndose convertir en venas varicosas (varices) o arañas vasculares (el nombre médico es telangiectasia).
Diferencias entre varices y arañas vasculares
Las venas varicosas, o varices, son venas muy hinchadas y se pueden ver abultadas en la superficie de la piel. Son de color púrpura o azul oscuro. A menudo aparecen como una especie de cordones retorcidos. Las extremidades inferiores es dónde el retorno venoso se ve más dificultado por efecto de gravedad y por ello es aquí dónde son más frecuentes las varices y las arañas vasculares, especialmente en las pantorrillas y zona posterior de las rodillas. Las hemorroides son varices en el ano o zona perianal.Las arañas vasculares (telangiectasia) son similares en etiología a las varices pero son mucho más pequeñas y son más frecuentemente de color rojo o azul. Las arañas vasculares pueden aparecer cerca o alrededor de venas varicosas y casi siempre son más superficiales y con un aspecto reticular. Las telangiectasia es también frecuente en la cara y puede llegar a abarcar zonas amplias.
Se estima que el 60 de la población sufre de algún problema en el retorno venoso y aproximadamente un 50% de las mujeres.
Las causas más comunes
Las causas no son conocidas con exactitud pero si se han descrito numerosos factores de riesgo. De estos factores los más destacados son factores genéticos y factores hormonales.
Los cambios hormonales en las mujeres son más frecuentes e intensos que en el hombre y esta puede ser una de las explicaciones de que sea mucho más frecuente en mujeres. Los principales cambios hormonales que pueden provocar la aparición de venas varicosas y arañas vasculares en la mujer tienen lugar durante la pubertad, durante el embarazo y, sobre todo, tras la menopausia. Además, muchas mujeres toman estrógenos, progesterona y otras hormonas en tratamientos anticonceptivos, tratamiento de desordenes de la menstruación y otros.
Es frecuente que se desarrollen varices durante el embarazo debido a varios factores. Uno es el cambio hormonal pero sobre todo se debe al incremento en el volumen de sangre corporal y al crecimiento del bebé, factores ambos que provocan una mayor presión sobre las venas dificultando que la sangre regrese al corazón. En segundos y posteriores embarazos la aparición de venas anormales es más frecuente.
Otros factores son la edad, sobrepeso, lesiones e inmovilización, incluyendo el mantenimiento de posturas corporales en el día a día, por ejemplo en el trabajo. Las arañas vasculares faciales son bastantes frecuentes en personas de piel clara y parece que la exposición solar tiene un papel importante en su desarrollo.
¿Son peligrosas?
Las arañas vasculares no tienen repercusión en la salud por norma general y son más un problema estético. Por ello no suelen requerir tratamiento médico. Las varices tampoco suelen requerir tratamiento médico salvo casos graves.
Las varices suelen empeorar con el tiempo y generar dolor y una sensación bastante molesta. El dolor severo no es muy habitual pero si la sensación de cansancio y pesadez en los músculos de pies y piernas así como calambres, especialmente por la noche. En algunos casos severos y avanzados pueden provocar problemas serios para los que el tratamiento médico es indispensable. Si las varices llegan a ser muy grandes puede desencadenar un cuadro clínico conocido como insuficiencia venosa en el que la sangre no retorna al corazón. Esta situación puede provocar la formación de coágulos sanguíneos (trombos) peligrosos si llegan a bloquear el corazón o pulmones.
Otras complicaciones que pueden provocar varices en estado avanzado son infecciones, cuándo se rompen las venas varicosas, o úlceras cutáneas en la zona circundante por no recibir suficiente oxígeno y nutrientes.