Los ocelos u ojos simples son un tipo de estructura óptica compuesta por una sola lente que está presente en muchos tipos de animales, sobre todo en insectos. Se denominan ojos simples para distinguirlos de los ojos compuestos que cuentan con varias lentes o estructuras receptoras (omatidios), en algunos insectos decenas de miles.
Los ojos humanos y de grandes animales tienen una sola lente, por lo que se podrían clasificar como ojos simples, aunque el término se suele reservar para los ojos simples de artrópodos, sobre todo insectos y arañas.
Existen otros animales invertebrados, como los cnidarios (medusas, anémonas, pólipos), estrellas de mar o gusanos planos (platelmintos), que cuentan con estructuras pigmentarias fotorreceptoras que reaccionan a estímulos luminosos y que también se conocen como ocelos, más exactamente manchas ocelares o manchas oculares, pero que no se consideran ojos verdaderos, ya que no cuentan con sistema de lentes, retina ni córnea.
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Ojos simples en insectos
Los ojos simples típicos son los ojos simples de artrópodos, especialmente de insectos. La mayoría de los insectos cuentan con dos ojos compuestos grandes localizados en su cabeza y con un número variable de ojos simples pequeños, llamados ocelos dorsales, situados en la parte superior de la cabeza entre los ojos compuestos.
Además, las larvas de algunos insectos también cuentan con ocelos en el lateral de su cabeza que se conocen como ocelos laterales o stemmata, muy diferentes en estructura y funcionamiento a los ojos simples dorsales de los adultos.
Ocelos dorsales
Los ocelos dorsales de los insectos son órganos fotosensibles situados en la parte dorsal o frontal de su cabeza. Aparecen en muchísimas especies en número variable, generalmente más prominentes en insectos voladores, por ejemplo en el orden Hymenoptera (abejas, avispas, hormigas), orden Orthoptera (saltamontes, grillos, langostas) o en el orden Odonata (libélulas, caballitos del diablo).
En los insectos voladores es común que aparezcan tripletes de ojos simples, dos laterales que se dirigen a la izquierda y derecha respectivamente, y uno central que se dirige hacia el frente.
En insectos terrestres con ocelos suele haber solo dos, con el ocelo central ausente. Los ocelos de los insectos terrestres suelen estar más al lateral de la cabeza, por lo que a veces se llaman ocelos laterales, pero son ocelos de tipo dorsal y no se deben confundir con los ocelos laterales o stemmata de las larvas que veremos más adelante.
Anatómicamente, los ocelos dorsales consisten en una lente o córnea y una capa de células fotorrecptoras de tipo bastón. La córnea está fuertemente curvada en algunos insectos (abejas, libélulas), pero también puede ser prácticamente plana, por ejemplo en las cucarachas.
Las lentes de los ocelos dorsales no suelen tener poder refractivo suficiente para formar una imagen, pero curiosamente son muy sensibles a la luz, más que los ojos compuestos, lo que resultaría muy útil durante el vuelo.
De hecho, una de las teorías más extendida de la función de los ocelos dorsales en los insectos voladores es que miden cambios de brillo en el entorno y asisten de esta forma a estabilizar el vuelo; también podrían percibir movimiento, lo que se ha podido demostrar en libélulas. El ocelo medio de las libélulas parece responder a barras de movimiento ascendente más que a movimientos descendentes, aunque en los experimentos esto solo se vio cuándo en los estímulos se incluía luz en el rango del ultravioleta.
Ocelos laterales o stemmata
Los stemmata son un tipo de ojos simples que aparecen en las larvas de insectos, muchas de las cuales no cuentan ni con ojos compuestos ni con ojos simples de tipo dorsal hasta que no alcanzan su fase final de crecimiento.
En las larvas de algunos grupos de insectos, especialmente lepidópteros (mariposas) y tentredínidos, los stemmata aparecen en los laterales de la cabeza y son las formas embrionarias e inmaduras de los ojos compuestos.
Los stemmata también aparecen en los adultos de muchos órdenes de artrópodos que no desarrollan ojos compuestos ni siquiera en los adultos; por ejemplo en las pulgas y en los colémbolos.
Ojos simples en la arañas
Algunos artrópodos no tienen ojos compuestos y en su lugar cuentan con varios pares de ojos simples grandes. El caso más claro es el de los arácnidos. Cada par de ojos simples de las arañas está especializado en una o varias áreas de focalización, y se suelen clasificar en pares primarios y secundarios.
Sólo los ojos primarios tienen retinas móviles. Los ojos secundarios cuentan con sistemas reflectores de forma que las células fotorreceptoras reciben la luz directa y reflejada, aumentando así su sensibilidad a las condiciones de baja luminosidad. El par de ojos primarios se suele situar al frente y en algunas especies son especialmente prominentes y cuentan incluso con componentes telescópicos, por ejemplo en arañas cazadoras nocturnas y en arañas saltadoras.