¿Qué es un odómetro?

Display de un odómetro digital en un Jeep
Display de un odómetro digital en un Jeep
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Un odómetro, también llamado topómetro u odógrafo, es un aparato que mide la distancia recorrida por un objeto móvil. Se utilizan en el cuentakilómetros de los vehículos y para medir distancias en agrimensura, ergometría, seguridad vial y otras aplicaciones industriales.

A continuación veremos como funcionan los odómetros mecánicos y los odómetros digitales. La descripción se hará para el odómetro de los vehículos, pero el concepto de funcionamiento es el mismo en otras aplicaciones.

El odómetro mecánico

Odómetro de rueda
Odómetro mecánico de rueda

Cada vez que una rueda da una vuelta completa se recorre una distancia igual a su perímetro. Por tanto, contando el número de vueltas se puede conocer con exactitud la distancia total recorrida.

Un odómetro mecánico consiste básicamente en una serie de engranajes con números en sus bordes que se encastran a una rueda o se comunican con ella a través de una serie de cables.

Los engranajes están perfectamente calibrados para que se muevan a una velocidad determinada acorde con las vueltas de la rueda y muestren el número correspondiente a la distancia recorrida. expresada en la unidad en la que haya calibrado el odómetro (kilómetros, millas, etc).

Generalmente el odómetro mecánico tiene varios dientes y cada uno se mueve a una velocidad diferente.

Por ejemplo, puede haber tres engranajes, uno que se mueva cada 10 000 m (10 km), otro cada 1 000 m (1 km) y otro cada 100 m. Si este odómetro marca 252, significaría que se ha recorrido 2×10000 m + 5×1000 km + 2×100 m, en total 25 km y 200 m.

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Generalmente se muestra el marcador de modo que muestre directamente el número total de km. En el ejemplo anterior se mostraría 25,2 km.

La mayoría de odómetros mecánicos en vehículos con un cierto número de años llegan a un máximo de 99 999 km. En ese momento da la vuelta a 00 000 y llevan otro contador que indica el número de veces que el odómetro ha llegado a su máximo.

Los engranajes de los odómetros mecánicos pueden ser manipulados manualmente y enmascarar el kilometraje real de un vehículo, lo que ha sido un fraude tradicional en el mundo de la compra-venta de automóviles de segunda mano.

El odómetro digital

Los odómetros electrónicos o digitales registran la distancia recorrida utilizando un chip informático. La lectura del kilometraje se visualiza en un display digital y el valor del kilometraje total se va quedando almacenado en el módulo electrónico principal del vehículo.

Debido a este funcionamiento se pensó que los odómetros digitales terminarían con el fraude sobre el kilometraje, pero no ha sido caso, pues se ha encontrado la forma de alterar estos valores directamente en el ordenador del vehículo.

El fraude en el cuentakilómetros

En el precio de venta de un vehículo de segunda mano influyen muchos factores pero uno de los más determinantes es la cantidad de kilómetros que ha recorrido. Si todas las demás características son iguales en dos vehículos, el que tenga menos kilómetros será más caro.

Por ello la manipulación de las mediciones del odómetro ha sido una práctica muy extendida y que se conoce con la palabra inglesa clocking.

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El clocking en un odómetro mecánico es una tarea bastante sencilla. Basta sacar el odómetro, mover el sistema de engranaje hasta que muestre el valor deseado y volver a colocar el odómetro en el vehículo.

Los compradores incautos pueden llegar a pagar mucho más del valor real del coche y descubrir el fraude con el tiempo. Con la aparición de los odómetros digitales se pensó que se reduciría el fraude de forma drástica. Pero la realidad es que, con las herramientas legales de calibrado, se pueden manipular incluso más fácilmente que los odómetros mecánicos.

Consejos

Cada vez que un coche cambia de dueño la nueva ficha técnica o documento de titularidad refleja el kilometraje en ese momento. Si el coche es semi-nuevo, con 30 mil km o menos, debería tener aún los neumáticos originales.

En vehículos más viejos con un bajo kilometraje que te haga sospechar, lo primero es comprobar el desgaste de los pedales del acelerador, freno y embrague.

Pide también facturas o comprobantes de revisiones de mantenimiento. En estos comprobantes suele aparecer el número de kilómetros que tenía el coche en el momento de la revisión. Por ejemplo, kilómetros a los que se cambió el aceite o se revisó el sistema de frenos.

Si el odómetro es mecánico, los números deben estar perfectamente alineados. Si están desalineados o se mueven fácilmente al dar golpes secos sobre el panel, es muy probable que haya sido manipulado. Si tienes dudas que no consigues despejar, lo mejor es acudir a un servicio profesional para que revisen el vehículo y emitan un informe sobre el estado del motor y mecánica general.

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