¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de molibdeno?

Molibdenita (disulfuro de molibdeno)
Molibdenita (disulfuro de molibdeno)
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El molibdeno, elemento químico de número atómico 42 y símbolo Mo, es un metal esencial para el ser humano y para la mayoría de formas de vida terrestres. Aunque no se conocen con exactitud los requerimientos dietéticos, algunas fuentes sugieren una ingesta de seguridad que estaría comprendida entre los 40 y 400 μg diarios para un adulto, por lo que el molibdeno se considera un micronutriente.

La principal función del molibdeno es la formación del cofactor de molibdeno, también conocido como «coMo» o «Moco», del inglés Molybdenum cofactor. El Moco es necesario para el correcto funcionamiento de numerosas enzimas, siendo esencial en el funcionamiento del hígado, del sistema nervioso y del metabolismo energético a nivel celular. Las enzimas mejor conocidas que requieren al Moco son:

  1. Sulfito oxidasa: transforma los sulfitos en sulfatos, esencial en el metabolismo de aminoácidos sulfurados, como la metionina y la cisteína, y otras sustancias con contengan azufre.
  2. Xantina oxidasa: cataliza el catabolismo de nucleóticos (los precursores del ADN y del ARN), del cuál se produce ácido úrico. Participa también en el metabolismo de numerosas sustancias con estructura molecular de xantina, lo que incluye a numerosas drogas, fármacos y otras muchas sustancias tóxicas.
  3. Aldehído oxidasa: cataliza el metabolismo de sustancias con grupos aldehído y, al igual que la xantina oxidasa, tiene un papel muy importante en la eliminación de sustancias tóxicas.
  4. Mitochondrial amidoxime reducing component (mARC): no se conoce muy bien su función pero parece estar relacionada con la detoxificación de bases nitrogenadas hidroxiladas que pueden tener efecto mutagénico4.

Recomendaciones dietéticas

Cómo se ha mencionado, las necesidades de molibdeno para el humano son relativamente bajas. La ingesta diaria recomendada es de tan sólo 45 μg/d (microgramos diarios) para adultos a partir de los 19 años. Para hacerse una idea de lo poco que es, podemos compararlo con lo que necesitamos de otros elementos; por ejemplo, se recomienda ingerir 1.5 gramos de sodio al día, esto es 1 millón y medio de microgramos de sodio frente a los 45 de Molibdeno.

La ingesta diaria recomendada de molibdeno es igual para hombres y mujeres, salvo durante el embarazo y lactancia. Estas son las recomendaciones por tramos de edad (expresadas en μg/d):

  • 0 – 6 meses: 2
  • 6 – 12 meses: 3
  • 1 – 3 años: 17
  • 4 – 8 años: 22
  • 9 – 13 años: 34
  • 14 – 18 años: 43
  • mayores de 19 años: 45
  • embarazo y lactancia: 50

Esta pequeña cantidad de molibdeno es fácilmente alcanzada a través de la dieta ya que es un elemento que está presente en multitud de alimentos. En los vegetales la cantidad de molibdeno puede variar en función del suelo en el que crecen. Las legumbres, frutos secos y vegetales de hoja verde son las principales fuentes de molibdeno vegetales. El hígado y las carnes en general también contienen altas cantidades de molibdeno.

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La deficiencia y sus síntomas

Cuándo el molibdeno no se consume en las cantidades suficientes, o no se absorbe por alguna razón, estas enzimas no funcionan correctamente, sus sustancias diana no se metabolizan y en consecuencia no se pueden eliminar. Al no eliminarse, se van acumulando alcanzando concentraciones tóxicas.

Algunos de los síntomas más característicos de la deficiencia de molibdeno es el incremento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y la ceguera nocturna. Si la deficiencia es prolongada, se pueden desarrollar daños neurológicos que pueden llegar a coma.

Además, la ingesta adecuada de Molibdeno se ha relacionado con efectos beneficiosos en la prevención de algunos tipos de cáncer. En concreto, algunos estudios sugieren que el molibdeno reduce el riesgo de padecer cáncer de esófago y estómago.

También interviene en el metabolismo de otros minerales, principalmente calcio, magnesio y cobre, y también facilita el uso del hierro por el organismo, todos ellos muy importantes para un correcto crecimiento y desarrollo. Debido a su intervención en el metabolismo mineral, el molibdeno también se ha asociado a un menor riesgo de deterioro óseo y dental.

En el lado opuesto, un consumo excesivo también puede tener consecuencias negativas. El molibdeno compite en la absorción intestinal con otros minerales, como fosfatos, sulfatos y cobre, a la vez que aumenta su excreción, desencadenando diversos síntomas. Entre los más destacados están diarrea, anemia y problemas articulares. Llegar a niveles tóxicos de molibdeno, al igual que la deficiencia, es muy raro ya que el organismo lo elimina rápidamente si se consume en grandes cantidades.

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Deficiencia del cofactor Molibdeno

Aunque están relacionados, la deficiencia dietética de Molibdeno, que se refiere específicamente a la ingesta insuficiente de este elemento a través de la dieta, no se debe confundir con la deficiencia del cofactor Molibdeno, una enfermedad de origen genético, no dietético, cuyos síntomas comienzan a aparecer al poco tiempo del nacimiento.

La deficiencia del cofactor Molibdeno se debe a mutación en los genes MOCS1, MOCS2 o GPHN, los tres implicados en la síntesis del cofactor Molibdeno. En esta enfermedad existe deficiencia del cofactor Molibdeno aunque haya un aporte dietético correcto. Uno de las consecuencias más graves es que la enzima sulfito oxidasa no funciona correctamente, los sulfitos no se metabolizan y no se pueden eliminar. Los sulfitos son tóxicos, especialmente para el cerebro, y los niños que nacen con esta enfermedad pronto empiezan a mostrar retrasos en el desarrollo.

La deficiencia del cofactor Molibdeno tiene un patrón de herencia recesivo. Para que se desarrolle la enfermedad, la mutación debe estar presente en los genes de los dos cromosomas que tiene que cada célula. Esto implica que los progenitores puedan ser portadores sin presentar síntoma alguno de la mutación pero que puedan pasarla a su descendencia con un 25% de probabilidad.

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Referencias
  1. Sardesai VM. (1993) Molybdenum: an essential trace element. Nutrition in Clinical Practice, 8(6):277-81. PMID: 8302261
  2. Recomendaciones RDA: Descarga de tablas y recomendaciones originales. UNED.es
  3. Micronutrient Information Center: Minerals: Molybdenum. Linus Pauling Institute (Universidad de Oregón, USA)
  4. Krompholz N. et al.. (Noviembre 2012). The mitochondrial Amidoxime Reducing Component (mARC) is involved in detoxification of N-hydroxylated base analogues. Chemical Research in Toxicology 19;25(11): 2443-50. doi: 10.1021/tx300298m