La diarrea engloba de forma general a la deposición de heces blandas y acuosas. Puede ser causada por numerosos motivos y es tan común que muchas personas tienen diarrea varias veces al año. No suele ser grave y remite por sí sola en unos pocos días, aunque también puede ser síntoma de otras enfermedades.
La fibra alimentaria se suele asociar con efectos laxantes y nadie duda de su utilidad contra el estreñimiento, sin embargo, la fibra lo que hace en realidad es regular el tránsito intestinal, sobre todo la fibra soluble, por lo que también es útil contra la diarrea.
Fibra soluble para la diarrea
La fibra engloba a muchos tipos de sustancias, principalmente hidratos de carbono no digeribles, que se pueden clasificar en función de numerosos factores. La fibra soluble y la fibra insoluble son los dos tipos principales de fibra si se clasificada según su comportamiento en medio acuoso.
- Fibra soluble: incluye sustancias como inulina, pectinas, gomas y fructooligosacáridos, que son parcialmente solubles en agua y en disolución son capaces de formar geles viscosos.
- Fibra insoluble: no se disuelve en agua y actúa principalmente aumentando la presión osmótica en la luz intestinal.
En caso de estreñimiento las heces son duras, secas y su avance a través del intestino es dificultoso y aumenta la presión en el interior de la cavidad abdominal, lo que puede derivar o empeorar hemorroides, hernias y varices. Tanto la fibra insoluble como la fibra soluble ayudan a mejorar el estreñimiento.
En la diarrea, por el contrario, las heces ya son muy acuosas y la fibra insoluble estaría contraindicada. Sin embargo, la fibra soluble es capaz de absorber el exceso de agua al formar los geles y así aumenta la consistencia de las heces y ayuda a mejorar la diarrea.
Además, la fibra soluble es altamente digerible por la flora intestinal y favorece su crecimiento, muy importante también para la salud digestiva en general. De hecho, la fibra soluble es incluso recomendada en diarreas asociadas con diversas enfermedades intestinales, por ejemplo con el síndrome de colón irritable.
La fibra soluble se puede encontrar en altas cantidades en la mayoría de frutas sin piel y en muchos vegetales, por ejemplo manzanas, peras, fresas, plátanos, frutas cítricas, kiwi, guisantes, legumbres o frutos secos, excepto las nueces que tienen mucha fibra insoluble. Entre los cereales, el salvado de avena y la cebada cuentan con cantidades altas de fibra soluble.
La fibra insoluble se encuentra típicamente en los cereales integrales, como el salvado de trigo, en muchas verduras de hoja y en hortalizas como el pimiento o el tomate. Muchas verduras, como las zanahorias, contienen cantidades relativamente altas de ambos tipos de fibra.
Entre los suplementos de fibra, las semillas de plantago ovata y la cáscara de ispágula son de los más utilizados como fibra soluble, mientras que la lactulosa lo es como fibra insoluble.
Por tanto, tomar el tipo correcto de fibra puede mejorar los síntomas de la diarrea leve o moderada. Junto a la fibra se debe consumir alta cantidad de líquidos que ayuden a mantener una correcta hidratación. En cualquier caso, se debe acudir al médico si la diarrea es fuerte, no remite en unos pocos días o si aparece fiebre.