La saliva es un fluido producido por las glándulas salivares y vertido a la cavidad bucal con función lubricante, digestiva y protectora. En condiciones normales es incolora y transparente aunque algunas afecciones pueden hacer que aparezca coloreada, generalmente por la presencia de otras sustancias. En el caso de saliva marrón, las causas más comunes son el reflujo gastroesofágico y la presencia de sangre.
Causas más frecuentes
Entre las causas más frecuentes de saliva marrón se encuentran hábitos alimenticios, como el consumo de café, o la nicotina en personas fumadoras. Otras causas comunes son el reflujo gastroesofágico y la presencia de pequeñas cantidades de sangre en la saliva. En general no suele tener importancia pero puede ser señal de algún problema de salud.
El reflujo gastroesofágico es la vuelta de contenido estomacal al esófago y, al estar conectado con la boca, puede colorear la saliva con tonos marrones o amarillentos. Cuándo el reflujo gastroesofágico es la causa, la saliva marrón suele aparecer por las mañanas o después de que el paciente haya estado tumbado debido a que el contenido estomacal puede llegar más fácilmente a la boca.
La sangre también puede dar color marrón a la saliva. Si la sangre es reciente, el color es de un rojo vivo o rosáceo, en función de la cantidad presente. Pero la sangre se vuelve marrón por oxidación del hierro de los glóbulos rojos tras unas horas. Por este motivo también suele darse con mayor frecuencia por la noche cuándo la saliva en la boca no se ha renovado con tanta frecuencia como durante el día.
Las causas más frecuentes de sangre en la boca son gingivitis y otras enfermedades periodontales. También resfriados, gripes y otras infecciones que afecten a las vías respiratorias, especialmente a los senos nasales y vías respiratorias altas. Estas enfermedades suelen cursar con irritación de la mucosa que puede producir sangrado. Esta sangre se mezcla con moco que pasa a la garganta y la boca coloreando la saliva.
La presencia de sangre en la boca también puede ser señal de enfermedades graves, sobre todo infecciones. Por ejemplo, la tuberculosis provoca tos con sangre. Por este motivo es fundamental acudir al médico si se observa saliva de color marrón y se tienen dudas sobre las causas, especialmente si va acompañada de sangre.