
Una reacción alérgica retardada o tardía, también llamada respuesta de hipersensibilidad alérgica retardada, es una reacción alérgica que comienza entre 24 y 72 horas (1-3 días) después de la exposición a un alergeno, en lugar de ser una reacción inmediata como ocurre de forma habitual en las reacción alérgicas típicas.
En algunos casos, la reacción se puede retrasar incluso más. Por ejemplo, en la enfermedad del suero puede aparecer hasta una semana después.
Las reacciones alérgicas retardadas se producen con muchos alérgenos diferentes pero pueden ser difíciles de diagnosticar, ya que las reacciones alérgicas se suelen asociar con exposiciones recientes y con aparición de síntomas de forma casi inmediata.
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¿Cómo se produce una reacción alérgica típica?
Una reacción alérgica, o de forma más precisa, una reacción de hipersensibilidad alérgica, es una reacción del sistema inmune ante una sustancia que normalmente es inocua para el organismo.
Hay que tener en cuenta que no todas las reacciones de hipersensibilidad son de tipo alérgico, ya que hay reacciones de hipersensibilidad en las que no interviene el sistema inmunitario y que no se consideran alergias.
Además, tradicionalmente se ha considerado que las alergias eran reacciones exageradas del sistema inmune, pero es importante señalar que no tiene por qué ser así.
La clave de una reacción alérgica no es la intensidad sino que la respuesta es errónea: el sistema inmune reacciona frente a una sustancia a dosis generalmente toleradas por personas sanas e inocuas para ellas.
Las sustancias que desencadenan las reacciones alérgicas, conocidas como alérgenos, actúan como antígenos. En un primer contacto con un alérgeno, por ejemplo el polen de alguna planta, las células presentadoras de antígeno (macrófagos y otras) lo captan, lo procesan y los presentan a los linfocitos T helper.
Los linfocitos T interactúan con el antígeno presentado e interaccionan a su vez con los linfocitos B, qué son las células del sistema inmune encargadas de la producción de anticuerpos y la inmunidad humoral.
Los linfocitos B activados se transforman en células plasmáticas y producen anticuerpos tipo IgE (inmunoglobulina E) específicos frente a ese alérgeno en concreto. Finalmente, este anticuerpo es reconocido por otras células del sistema inmune, principalmente mastocitos y basófilos, que lo fijaran y presentarán en su superficie.
Este proceso dura un cierto tiempo (de días hasta años), puede requerir varias exposiciones al alérgeno y se conoce como período de sensibilización. Durante este período no se producen síntomas de alergia.
En un contacto posterior con el mismo alérgeno, el sistema inmune responde directamente con el anticuerpo específico que había producido previamente y que se encuentra en la superficie de mastocitos y basófilos.
Los mastocitos y basófilos liberarán histamina y otras sustancias proinflamatorias que son las responsables de la síntomas alérgicos: picor de ojos y nariz, rinitis, inflamación de vías respiratorias, urticaria, etc.

Desde el contacto con el alérgeno hasta la aparición de síntomas transcurre poco tiempo, entre 15 y 20 minutos por término medio. Estas alergias se denominan reacciones de hipersensibilidad inmediata y coinciden con una reacción de hipersensibilidad tipo I.
Sin embargo, existen otros tipos de reacciones alérgicas mediadas por otros mecanismos inmunológicos cuyos síntomas tardan bastante más en aparecer, desde horas a días, y son estas reacciones las que se conocen como reacciones alérgica retardadas (no confundir con la fase tardía de la reacción de hipersensibilidad tipo I).
¿Cómo se produce una reacción alérgica retardada?
Como se han mencionado, además de las reacciones alérgicas inmediatas mediadas por IgE, que son las reacciones alérgicas típicas, existen otras reacciones alérgicas que se desarrollan mediante otros mecanismos.
Las alergias retardadas se suelen describir como aquellas que aparecen entre 24 y 72 horas tras la exposición al antígeno, aunque este tiempo es variable pudiendo aparecer antes o después. Si los síntomas aparecen a partir de las 12 horas ya se considera una reacción retardada.
Pero lo que realmente define a una reacción alérgica retardada no es el tiempo en el que aparecen los síntomas, sino el mecanismo por el que se producen.
Si las reacciones alérgicas inmediatas están mediadas por anticuerpos tipo IgE, las reacciones alérgicas retardadas están mediadas por otros mecanismos inmunitarios que tardan más en desarrollarse.

Por ejemplo, en la dermatitis de contacto interviene la inmunidad celular con la participación de linfocitos T CD8+, monocitos y macrófagos. Se corresponde con una reacción de hipèrsensibilidad tipo IV. La sensibilización comienza con la penetración del alergeno en la piel y su captura por células presentadoras de antígeno.
El antígeno es presentado a células T de los ganglios locales y comienzan a liberar diversas citocinas que producen la atracción y diferenciación de linfocitos T CD8+ que producen daño celular y los síntomas de este tipo de alergia. También intervienen macrófagos que liberan enzimas hidrolíticas.
Los linfocitos T CD8+, también conocidos como linfocitos T citotóxicos, se activan generalmente para luchar contra células peligrosas, por ejemplo hongos y bacterias, pero en este caso se actúan contra complejos proteicos extraños formados entre el alergeno y proteínas de la piel. Por ejemplo, este es el mecanismo de la dermatitis de contacto por bisutería que contiene níquel.
Las reacciones alérgicas retardadas también se dan con cierta frecuencia en alergias alimentarias, en este caso mediadas por anticuerpos tipo IgG (reacción de hipersensibilidad tipo III).
En otros casos de reacciones alérgicas retardadas no se conoce exactamente que mecanismo siguen, por ejemplo la reacciones alérgicas a ciertos antibióticos y otros medicamentos.