Los tanicitos son un tipo de célula glial del sistema nervioso central que aparecen principalmente en el epéndimo del tercer y el cuarto ventrículo cerebral, por lo que también se consideran como un tipo de célula ependimaria (ependimocito).
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Localización
Los ventrículos cerebrales son un sistema de cavidades interconectadas donde se produce el líquido cefalorraquídeo. Esta cavidad en la médula espinal se corresponde con el conducto ependimario o conducto central. Recubriendo estas cavidades se encuentra una fina capa de tejido neuroepitelial llamado epéndimo, y es aquí, en el epéndimo del tercer y cuarto ventrículo donde aparecen los tanicitos.
Los tanicitos comparten características con las células gliales radiales y se cree que comparten linaje con estas células, pero en lugar de diferenciarse hasta astrocitos, forman su propia subpoblación.
Son más numerosos en la pared lateral del tercer ventrículo y en el suelo del cuarto ventrículo. También se encuentran, aunque en menor número, en el epéndimo del canal central de la médula espinal. Se han identificado hasta cuatro tipos de tanicitos diferentes, alfa-1, alfa-2, beta-1 y beta-2, cada uno distribución ligeramente diferente.
El cuerpo de los tanicitos está en contacto con el líquido cefalorraquídeo y tienen proyecciones radiales hacia los capilares sanguíneos, posible explicación anatómica de sus funciones más probables relacionadas con la comunicación de señales químicas hacia el sistema nervioso central.
Función
La función de los tanicitos no es muy bien conocida pero todo apunta a que juegan un papel esencial en la comunicación de señales químicas entre el sistema nervioso central y la circulación sanguínea a través del líquido cefalorraquídeo. También regulan procesos metabólicos y neurogénicos en el sistema nervioso central.
Los tanicitos parecen estar involucrados en la formación de la barrera hematoencefálica en los órganos circunventriculares y en la estimulación de algunas hormonas que libera el hipotálamo, en concreto con la hormona liberadora de gonadotropia (GnRH).
También parecen que tienen un papel determinante en la regulación e integración de procesos tróficos y metabólicos del hipotálamo, lo que se ha sugerido como una posible herramienta para modular funciones hipotalámicas que podrían ser útiles para tratar desórdenes alimenticios como la obesidad o la anorexia.