Se conoce como lúnula la zona blanquecina con forma de media luna que suele aparecer en la base de las uñas de los dedos de pies y manos. A diferencia del cuerpo ungueal, formado por tejido muerto queratinizado, la lúnula está formada por tejido vivo.
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Descripción general
La lúnula se sitúa entre la raíz y el cuerpo ungueal. Por la parte inferior, la lúnula se sitúa sobre la matriz. Por la parte superior, la lúnula queda cubierta por parte del cuerpo ungueal.
Parte de la lúnula queda bajo el eponiquio, el pliegue de piel en el dedo dónde se inserta el cuerpo de la uña. Las lúnulas pueden ser más o menos visibles y es frecuente que sean más prominentes en los pulgares. También hay personas en las que las lúnulas están completamente ocultas.
El cuerpo ungueal se forma desde la matriz, cuyas células van envejeciendo, queratinizándose y desplazándose hacia el cuerpo ungueal hasta morir y dejar escamas de queratina que forman la parte dura de la uña.
La lúnula está formada por células originadas en la matriz que aún están vivas y que aún no se han endurecido completamente. Cuándo se retira el cuerpo de la uña, la lúnula puede observarse con un aspecto que se asemeja a una uña pequeña y blanda.
En realidad, las lúnulas no son de color blanco, pero son considerablemente más claras que el resto del cuerpo ungueal y por contraste se observan de color blanquecino.
El cuerpo ungueal es translúcido y bajo él se sitúa el lecho ungueal, una capa de tejido conectivo que adhiere firmemente la uña al dedo. Al estar adherido y ser translúcido, el cuerpo ungueal dejar ver el color de la carne que hay debajo, la cuál cuenta con una abundante irrigación.
En la lúnula la irrigación es menor y no hay tejido conectivo que adhiera el cuerpo ungueal, el cuál también es más fino en esta zona. Todas estas características hacen que las lúnulas se vean considerablemente más claras que el resto de la uña.
Consideraciones médicas
La presencia o no de lúnulas, así como su forma y tamaño, puede ser muy variable de una persona a otra, ya que su desarrollo se ve condicionado por factores genéticos y por factores externos, principalmente por la alimentación.
Además, las lúnulas suelen ir agrandándose desde la niñez hasta la edad adulta para ir desapareciendo de nuevo durante la vejez.
Debido a esta gran variabilidad, las características de la lúnula por sí solas no pueden servir de base diagnóstica, aunque algunas suelen estar asociadas con determinadas enfermedades:
- Ausencia de lúnulas: es frecuente que la lúnula desaparezca en algunos tipos de anemia y en algunos tipos de malnutrición, principalmente déficit proteico, junto a la formación de una uña frágil y quebradiza.
- Lúnulas con forma piramidal: se asocian con lesiones traumáticas, incluyendo tratamientos de manicura excesivamente agresivos o frecuentes.
- Lúnulas pálidas: se asocian con diabetes mellitus.
- Lúnulas rojizas: se asocian con enfermedades cardiovasculares, con la enfermedad vascular del colágeno y con algunas neoplasias hematológicas.
- Lúnulas agrandadas: cuando las lúnulas son muy grandes y ocupan la mitad o más de la uñas, se puede deber a enfermedades renales o hepáticas.