Las células del glomus o células glómicas tipo 1 son quimioreceptores periféricos localizados en varias zonas del cuerpo, como el oído interno, los pulmones y, las más importantes, en el cuerpo aórtico y el cuerpo o glomus carotídeo. Los clústers de células glómicas se denominan paraganglios, y en ellos aparecen también células glómicas tipo 2 con función similar a las neuroglias que actúan como células de soporte.
Ambos tipos de células glómicas migran y se diferencia desde la cresta neuronal embrionaria. Los paraganglios son inervados por el sistema nervioso autónomo. En concreto, el cuerpo carotídeo está inervado por el nervio glosofaríngeo y el cuerpo aórtico por ramas del nervio vago. Tanto el cuerpo carotídeo como el cuerpo aórtico son tejidos muy vascularizados, de hecho el cuerpo carotídeo es el tejido más vascularizado del cuerpo humano.
Las células del glomus detectan varios cambios en propiedades químicas de la sangre, sobre todo condiciones de hipoxia o disminución de la presión parcial de oxígeno (pO2), pero también disminución de pH y aumento de la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2). Cuando son estimuladas envían la señal nerviosa al bulbo raquídeo y este responde aumentando el volumen y ritmo respiratorio.
El mecanismo para detectar las caídas en la pO2 no ha sido totalmente identificado pero se cree que existen múltiples mecanismos y que pueden variar entre diferentes especies de mamíferos.
En estudios con ratones se ha observado que la reacción de las células glómicas a condiciones de hipoxia podría estar relacionada con el incremento de sulfuro de hidrógeno (ácido sulfhídrico en disolución) producido por la enzima cistationina gamma-liasa, aunque otros estudios han mostrado que los cambios en la concentración fisiológica de sulfuro de hidrógeno no sería tan alta como para generar la respuesta de las células del glomus.
Otras teorías sugieren que podrían estar involucrados sensores de oxígeno mitocondriales, la enzima haem-oxidasa, la proteína AMP quinasa o canales de potasio sensibles al oxígeno (la reducción de oxígeno cerraría estos canales y la célula se despolarizaría).
En cualquier caso, el descenso de la pO2, el aumento de la pCO2 o el descenso de pH, provoca la despolarización de la membrana de las células glómicas tipo 1 hasta que se abren canales de calcio voltaje-dependientes que provoca la exocitosis de vesículas con diversos neurotransmisores, incluyendo dopamina, acetilcolina, noradrenalina, adenosina, ATP, sustancia P y met-encefalina, que interaccionan con vías nerviosas aferentes que llegan al bulbo raquídeo y este responde incrementando la ventilación pulmonar para compensar la disminución de oxígeno en sangre.
Una de las principales implicaciones médicas de estas células son los paragangliomas, un tipo de tumor raro y generalmente benigno.