La vitamina B12, también llamada cobalamina, es una vitamina hidrosoluble del grupo B imprescindible para el funcionamiento celular del cuerpo humano.
Es un cofactor en el metabolismo de ácidos grasos y de aminoácidos, es un cofactor en la síntesis de ADN, y es particularmente importante en el funcionamiento del sistema nervioso por su papel en la síntesis de mielina, y también en la maduración de los glóbulos rojos en la médula ósea.
La vitamina B12 engloba a varios compuestos químicamente relacionados (vitámeros) caracterizados por un anillo de corrina con un átomo de cobalto en su centro.
Solo las bacterias producen vitamina B12, mientras que el resto de seres vivos que la necesiten, incluidos los humanos, la tenemos que ingerir a través de la dieta.
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Deficiencia de vitamina B12
La cantidad de vitamina B12 que necesitamos depende de la edad y estado fisiopatológico. De forma general, estas son las ingestas diarias recomendadas de vitamina B12:
- Bebés hasta los 6 meses: 0.4 μg (microgramos)
- Bebés 7-12 meses: 0.5 μg
- Niños 1-3 años: 0.9 μg
- Niños 4-8 años: 1.2 μg
- Niños 9-13 años: 1.8 μg
- Adolescentes y adultos: 2.4 μg (2.6 μg durante el embarazo y 2.8 μg en madres lactantes)
La vitamina B12 total almacenada en el organismo se sitúa entre los 2 y los 5 mg, aproximadamente la mitad la tenemos en el hígado. La vitamina B12 se excreta mayoritariamente a través de la bilis y otras secreciones intestinales, y la mayor parte es reabsorbida en la circulación enterohepática, tan solo perdemos un 0.1% al día, de ahí que las necesidades diarias de vitamina B12 sean relativamente bajas.
Sin embargo, determinadas circunstancias pueden hacer que no consigamos ingerir o que no consigamos absorber la cantidad adecuada de vitamina B12.
Entre las causas más comunes de deficiencia de vitamina B12 tenemos problemas de malabsorción de diversa índole: anemia perniciosa, pancreatitis crónica, parásitos intestinales, algunos medicamentos, ciertas enfermedades genéticas, eliminación quirúrgica del estómago, etc.
Debido al alto reciclaje de vitamina B12 en nuestro organismo, la deficiencia por falta dietética no es muy habitual, aunque es una de las principales prevenciones a tener en cuenta en ciertas situaciones y ciertas dietas, por ejemplo en dietas vegetarianas.
Principales síntomas
Los consecuencias más importantes de la deficiencia de vitamina B12 son la anemia y problemas neurológicos, pero sus síntomas pueden ser muy variables y confusos.
Una deficiencia moderada puede no dar ninguna señal, pero a medida que la deficiencia empeora pueden empezar a aparecer síntomas relacionados con los estados de anemia, como debilidad, fatiga, mareos, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria o color pálido de la piel.
También puede provocar sangrado de encías y efectos secundarios gastrointestinales, principalmente malestar estomacal, pérdida de peso y episodios de diarrea y estreñimiento. Se cree que el tinnitus y acúfenos también pueden estar relacionados con la deficiencia de vitamina B12.
Una forma de anemia específicamente asociada a la deficiencia de vitamina B12 es la anemia perniciosa. Se produce por gastritis atrófica que va dañando a las células parietales del estómago, que son las células responsables de secretar el factor intrínseco, una sustancia imprescindible para la absorción de vitamina B12.
Si la deficiencia de vitamina B12 no se corrige y sigue empeorando, se puede llegar a producir daño neuronal. Los síntomas incluyen hormigueo en los dedos de pies y manos, dificultad para caminar, pérdida de reflejos, cambios de humor, depresión, pérdida de memoria, y en casos severos, demencia.
Las consecuencias del daño neuronal por deficiencia de vitamina B12 pueden ser graves e irreversibles.
Afortunadamente, una vez detectada la deficiencia de vitamina B12, el tratamiento es generalmente simple y efectivo, la suplementación con vitamina B12 suele ser suficiente y se puede realizar por vía oral o, si es necesario, en inyectables.