
Las ratas son roedores de tamaño medio que pertenecen al género Rattus. Se conocen más de medio centenar de especies, pero las dos más comunes, presentes a lo largo de todo el mundo, excepto en los polos, son la rata parda (Rattus norvegicus) y la rata negra (Rattus rattus), frecuentemente ligadas a asentamientos humanos y zonas periurbanas.
Las ratas no suelen morder a los humanos, pero si se sienten atacadas intentarán defenderse, como todo animal. También hay casos de mordeduras sin ataque, aunque muy raros, que suelen darse en personas durmiendo en la calle, postradas en cama e incluso bebés. Estas personas tienden a dormirse con restos de comida sobre ellos y probablemente la mordedura provenga del intento de la rata de lamer o masticar esos restos de comida.
Limpiar, desinfectar y acudir al médico
Ante una mordedura de rata lo primero que hay que hacer es cortar el sangrado, limpiar la herida y aplicar algún tipo de antiséptico en abundancia, como clorhexidina, para limpiar en profundidad. En cualquier caso, acudir al médico a la mayor brevedad posible. Si no se disponen de medios, limpiar al menos con agua abundante y acudir al médico de forma inmediata.
Las ratas cuentan con dientes incisivos muy largos que pueden provocar heridas de cierta profundidad, por lo que el sangrado a veces puede ser duradero e intenso. Si es el caso, se recomienda aplicar presión con una gasa, estéril si es posible.
Las ratas pueden actuar como vectores zoonóticos y transmitir muchas enfermedades infecciosas al humano, por eso, una vez que se ha realizado la primera limpieza de urgencia de la herida, hay que acudir al médico lo antes posible.
Entre las principales enfermedades que se pueden transmitir por mordedura de rata encontramos:
- Fiebre por mordedura de rata: provocada por las bacterias Streptobacillus moniliformis (fiebre estreptobacilar, eritema artrítico epidémico, fiebre de Haverhill, Estreptobacilosis) o por Spirillum minus (sodoku, fiebre espirilar).
- Peste: provocada por la bacteria Yersinia pestis.
- Fiebre de Lassa: infección por Lassa virus.
- Leptospirosis: por la bacteria Leptospira interrogans.
- Hantavirus: puede provocar dos enfermedades, la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (FHSR), o el Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPHV).
Aunque la rabia puede afectar a cualquier mamífero, las ratas y pequeños roedores prácticamente nunca se infectan y es muy raro, por tanto, que las ratas transmitan rabia, una creencia errónea pero muy común.
Las ratas domésticas, que se adoptan como mascotas, tienen menos posibilidades de transmitir estas infecciones pero, aún así, hay que acudir al médico para que valore la situación de forma adecuada. Además, la herida se debe vigilar de cerca durante la semana siguiente y acudir al médico de nuevo ante cualquier síntoma de infección, especialmente fiebre, ya que la infección puede tardar en desarrollarse.