En general, la telemetría se puede definir como la tecnología de medición de cualquier tipo de magnitud a distancia. Las mediciones son realizadas por dispositivos in situ y la información recogida es enviada al centro de control u operador del sistema por cualquier vía telemática. En el ámbito sanitario esta tecnología es muy utilizada para monitorizar pacientes a distancia y uno de los principales usos es la monitorización de la función cardíaca, de ahí que se refiera como telemetría cardíaca.
La telemetría cardíaca, por tanto, es la monitorización de la función cardíaca de un paciente en un localización remota. Los parámetros medidos son similares a los que mide el electrocardiograma, que mide la actividad eléctrica del corazón, incluyendo la frecuencia y características del latido. La telemetría cardíaca se utiliza en pacientes con cardiopatías pero también en pacientes que no padecen ninguna cardiopatía pero presentan riesgo de fallo cardíaco por algún motivo; por ejemplo, en pacientes en shock traumático. En resumen, la telemetría cardíaca puede ser recomendada en estos casos (no exhaustivo):
- Problemas cardíacos (infartos, arritmias, etc)
- Problemas pulmonares (coágulos, edema)
- Intervención quirúrgica con sedación o anestesia
- Monitorización del efecto farmacológico de medicamentos que afecta al ritmo cardíaco
- Traumatismos y estados de shock
- Insuficiencia renal
- Embolias
- Derrame cerebral
La telemetría es frecuente en pacientes hospitalizados y en las unidades de cuidados intensivos. Las mediciones de la función cardíaca son registradas mediante electrodos colocados en el paciente y conectados a un transmisor que envía las mediciones al centro de control, generalmente en la unidad de enfermería, dónde los profesionales de salud pueden monitorizar a varios pacientes a la vez de forma continua, no intrusiva y permitiendo actuar rápidamente si aparece algún problema. Además, permite recopilar información que puede ser muy útil para los especialistas en cardiología, tanto con fines diagnósticos como de tratamiento.
El transmisor telemétrico puede ser portátil y transmitir los datos por vía inalámbrica, lo que permite que el paciente pueda moverse, siempre que no salga fuera del rango de alcance de la estación de control. La tecnología inalámbrica también permite la telemetría cardíaca ambulatoria, fuera del ámbito hospitalario, así como la telemetría cardíaca domiciliaria, que permite la monitorización del paciente desde su domicilio.