La taurina es el ácido 2-amino-etano-sulfónico, el único ácido sulfónico natural conocido y que lo produce el cuerpo humano de forma natural. Se encuentra en altas cantidades en huesos, músculos del corazón, en los linfocitos (glóbulos blancos), bilis y en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). También se encuentra en otros mamíferos, algas marinas, hongos y bacterias.
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La química de la taurina
El nombre de taurina fue dado cuándo se descubrió este compuesto por primera vez en la bilis de un buey o toro. La palabra latina para toro es taurus y utilizando esta raíz se le dio el nombre de taurina. El nombre químico es ácido 2-aminoetanosulfónico, un derivado de la cisteína con un grupo tiol en el extremo opuesto al grupo amino. Su fórmula molecular es C2H7NO3S, que en forma semidesarrollada se escribe como NH2-CH2-CH2-SO3H.
Tiene una masa molar de 125,14 g/mol, una densidad de 1,734 g/cm3 y un punto de fusión en 305 ºC. Como sustancia ácida presenta un acidez de 1.5 pka.
La taurina no es un aminoácido aunque normalmente se le cita como tal por su similitud química con estas sustancias.
Funciones de la taurina en el cuerpo humano
La función mejor entendida de la taurina es su ayuda en la digestión de las grasas. La taurina es uno de los componentes de la bilis, componentes que actúan como detergentes que disuelven las grasas y aceites facilitando así su digestión y absorción. Algunos nutrientes esenciales para el cuerpo humano vienen disueltos en las grasas ingeridas, como las vitaminas liposolubles, y con este proceso se ayuda también a la absorción de estos nutrientes.
La taurina es esencial en el desarrollo del sistema nervioso central y la retina del ojo. Por esta razón se administra como suplementos nutricionales a los bebés prematuros que todavía no pueden sintetizar esta sustancias por ellos mismos. De forma natural está presente en la leche materna y se añade a las leches artificiales para lactantes. También se administra como suplemento nutricional para cachorros de animales domésticos como pueden ser gatos y perros.
Parece que la taurina tiene un papel importante como antioxidante para prevenir daños celulares y tisulares causados por oxidación como consecuencia de sustancias químicas producidas en los procesos metabólicos normales. Por ejemplo, se ha observado como la taurina se combina con el ácido hipocloroso (HOCl), una sustancia altamente oxidativa que se produce de forma normal en el cuerpo como subproducto metabólico, formándose una cloramina que presenta menor toxicidad.
Posibles beneficios adicionales
Además de las funciones conocidas en el cuerpo humano, se plantean muchos beneficios adicionales, aunque por ahora ninguno de ellos han sido probados. Entre estos beneficios los más conocidos son la disminución de la presión sanguínea. También se está probando como tratamiento de trastornos bipolares que cursan con depresión.
Algunos estudios han mostrado la posible utilidad de la taurina para prevenir el aumento de peso en dietas altas en grasa. También se ha observado una disminución de peso y menores niveles de azúcar en ratas diabéticas.
Se han encontrado evidencias de que la taurina puede ayudar a mejorar los síntomas asociados con el fallo cardíaco congestivo, un problema de salud en el que el corazón no tiene la capacidad suficiente para enviar la sangre hacia el cuerpo con la suficiente fuerza. Algunos estudios también evidencia de que la taurina mejora la función hepática en personas que han sufrido hepatitis vírica.
La taurina es una sustancia muy familiar para muchas personas que toman suplementos alimenticios y medicinales. Por ejemplo, los culturistas suelen tomar suplementos que combinan creatina y taurina para reducir la fatiga muscular.
Desde una Universidad de Reino Unidos aseguran que la taurina puede contrarrestar los efectos negativos del alcohol en el hígado. Este hallazgo sirve de base para la creencia popular de que las bebidas energéticas con taurina son la bebida perfecta para la resaca y también es la base del temor que los alcohólicos se vean disuadidos de reducir el consumo de alcohol.
Fuentes de taurina
Podemos encontrar taurina en carne, pescado, huevos y otros muchos alimentos de uso diario. Una persona adulta puede fabricar taurina a partir de otras sustancias, como la cisteína y otros que se consumen en grandes cantidades a través de la dieta. Por ello la taurina no se considera un nutriente esencial en adultos. Además de los productos de origen animal descritos, la taurina se puede encontrar también en algas marinas, setas, frutos secos y en algunos vegetales.
Las bebidas energéticas
El ácido 2-aminoetanosulfónico se sintetiza de forma artificial para incluir en algunos suplementos nutricionales y alimentación preparada (como las leches maternas sintéticas). Pero sin duda la popularidad de la taurina se deben a las bebidas energéticas.
Los fabricantes de estas bebidas le dan publicidad a los beneficios pero existen muchas voces que alertan sobre posibles efectos negativos que se pueden exacerbar si se consume junto con alcohol, combinación muy común hoy en día.
Los supuestos beneficios de estas bebidas incluyen la disminución de la fatiga, mejora del rendimiento mental y mejora de la memoria a corto plazo. Los posibles efectos negativos abarcan la deshidratación y alteración del ritmo cardíaco. Estos efectos se pueden sumar a los del alcohol, si se combina, y a los de la cafeína, otro ingrediente habitual de las bebidas energéticas. Actualmente es difícil determinar si estos efectos, tanto negativos como positivos, se deben a la taurina, a la cafeína o a la combinación de ambos.
Posibles efectos secundarios
Se suele considerar que la taurina no produce efectos secundarios o estos son muy raros ya que se puede encontrar de forma natural en muchos alimentos y en el propio cuerpo humano en altas cantidades. La ingesta diaria considerada segura está en torno a los 3 g para un adulto sano pero no está tan claro este límite en niños, mujeres embarazadas o en personas que sufren alguna enfermedad o condición sanitaria especial.