¿Qué es la contaminación marina?

Basura en la playa
Basura en la playa
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La contaminación o polución marina es el fenómeno perjudicial que ocurre en mares y océanos cuando se introduce basura y desechos químicos, industriales, agrícolas o domésticos, además de ruido (contaminación acústica) y organismos invasivos (contaminación biológica).

Los océanos constituyen las mayores masas de agua del planeta Tierra y su importancia ecológica es fundamental para la vida en la Tierra. Por ejemplo, se estima que aproximadamente el 50% del oxígeno atmosférico proviene de la actividad fotosintética de organismos marinos.

Aunque la contaminación marina tiene una larga historia, los esfuerzos a nivel de legislación internacional para luchar contra este problema no llegaron hasta el siglo XX, siendo una de la iniciativas más importantes la MARPOL 73/78 (International Convention for the Prevention of Pollution from Ships, 1973, modificado por el Protocolo de 1978. MARPOL es acrónimo de Marine Pollution).

Países firmantes MARPOL 73/78
Países firmantes MARPOL 73/78

Principales fuentes de contaminación oceánica

Las fuentes y causas de contaminación marina son muy diversas, y muchas veces provienen de vertidos al medio ambiente en tierra firme lejos de las costas y desde numerosos puntos (contaminación difusa).

Por ejemplo, los fertilizantes nitrogenados utilizados en agricultura pueden llegar a ríos, arroyos y aguas subterráneas, y terminar en estuarios, bahías y deltas marinos. Este exceso de nitrógeno puede provocar una superpoblación de algas (eutrofización) que consumen la mayor parte del oxígeno del agua impidiendo el desarrollo de otras formas de vida.

1. Vertidos directos

Las sustancias y partículas contaminantes pueden ser vertidas directamente al agua marina a través de aguas residuales, ríos, drenajes y vertidos, tanto residenciales como industriales y agrícolas.

Esta fuente de contaminación marina es frecuente, por ejemplo, en el vertido de metales y sustancias procedentes de explotaciones mineras de cobre, oro, etc.

2. Escorrentías

La escorrentía superficial agrícola puede arrastrar partículas cargadas de carbono, nitrógeno, fósforo y otros minerales que provocan una sobrepoblación de algas y plancton, las conocidas como explosiones de algas, que provocan a su vez efectos perjudiciales sobre otras formas de vida marina, como peces, tortugas, delfines o crustáceos.

Por otro lado, las escorrentías urbanas, en especial las procedentes de la construcción y de carreteras, son una fuente importante de químicos tóxicos y de contaminación del agua marina en las zonas costeras.

3. Contaminación naval

El tráfico y la industria naval puede contaminar los mares y océanos de muchas formas. Una de las peores por sus consecuencias son los derrames de petróleo. Los hidrocarburos aromáticos policíclicos presentes en el petróleo crudo, además de altamente tóxicos, son muy difíciles de eliminar.

Estos derrames de petróleo se pueden producir en accidentes, cuando un tanque de petróleo se rompe, pero la mayoría se producen a través de derrames pequeños procedentes de agua de lastre en la limpieza de tanques, tuberías o procedentes de los motores de los barcos.

Los barcos también producen contaminación acústica y transportan especies invasivas de unas zonas a otras del planeta.

4. Contaminación atmosférica

A través de la atmósfera, aunque pueda no parecer evidente en un primer momento, se transportan numerosos contaminantes marinos, sobre todo partículas de tamaño polvo y basura, incluyendo bolsas de plástico.

El polvo de los desiertos puede llegar a zonas muy alejadas del planeta. Por ejemplo, el polvo del Sáhara llega hasta el Mar de Caribe y Florida, y el polvo del desierto del Gobi y Taklamakán llega a zonas de Corea, Japón, el Pacífico Norte y las Islas Hawai.

El calentamiento global y el alargamiento de los períodos de sequía en África han provocado un mayor transporte de polvo hasta el Caribe, cuyos efectos se pueden ver en el siguiente gráfico.

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Muerte de coral y polvo atmosférico
Relación entre la muerte de coral y la concentración de polvo atmosférico en en Florida y el Mar Caribe

Además, el calentamiento global también va aparejado de un aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera que pasa al agua por difusión y provoca su acidificación.

El calentamiento global también tiene consecuencias nefastas en el aumento de la temperatura de los océanos, lo que afecta a los ecosistemas acuáticos y la distribución de la vida marina.

5. Minería marina

La minería en los fondos marinos es la explotación de yacimientos mineros en el suelo oceánico, principalmente en nódulos polimetálicos y fuentes o fumarolas hidrotermales, y frecuentemente en profundidades alrededor de 1400 – 1700 metros de la corteza oceánica.

Es un campo minero relativamente nuevo, lo que hace que sus consecuencias medioambientales a gran escala todavía no se conozcan bien, aunque como toda explotación minera, el impacto medioambiental en la zona circundante es uno de los primeros problemas.

Una de las consecuencias directas es la eliminación de partes del suelo oceánico y la consiguiente alteración del equilibrio de los bentos marinos, que son los organismos y ecosistemas propios del fondo acuático. En función del tipo exacto de explotación minera, la alteración puede ser permanente.

Además, los vertidos propios de la minería, junto a fugas, escapes y posibles accidentes, altera la composición química del entorno hasta niveles tóxicos para los organismos que allí vivan.

Pero entre todas las consecuencias directas, puede que la de la mayor impacto sea la formación de nubes de partículas en flotación en el agua. Las hay de dos tipos, la de superficie, formadas por partículas ligeras, y las nubes cercanas al fondo, formadas por partículas más pesadas.

Estas nubes de partículas acuáticas afectan negativamente a los organismos bentónicos, sobre todo los organismos filtradores, y también aumentan la turbidez del agua y disminuyen la penetración de la luz, lo que afecta al plancton y con ello a toda la cadena trófica

Efectos de la contaminación marina

Los efectos de la contaminación en el mar son numerosos, variados y de gran alcance, tanto en el espacio como en el tiempo. Entre los más destacados se pueden citar la acidificación, la eutrofización, la contaminación por plásticos, las toxinas y la contaminación acústica.

1. Acidificación

Los mares y océanos atrapan de forma natural el CO2 de la atmósfera por disolución en el agua y su posterior consumo por los organismos fotosintéticos (algas, fitoplancton). De hecho, los océanos representan los sumideros de dióxido de carbono más grandes del planeta Tierra.

Intercambio CO2 aire-oceáno
Intercambio CO2 aire-oceáno

Debido a que los niveles de CO2 en la atmósfera han aumentado y continúan subiendo, el nivel de CO2 en el agua marina también está subiendo, lo que produce una disminución del pH del marino, es decir, los océanos se están volviendo más ácidos.

Las posibles consecuencias de la acidificación del mar no se conocen ni se entienden completamente. Es probable que si continúa, las estructuras de carbonato cálcico se vuelvan más vulnerables a su disolución, lo que afectaría a diversos organismos, como los corales, los mariscos y otros animales acuáticos con concha.

Además, la retirada de dióxido de carbono por los ecosistemas marinos ha reducido el impacto de las emisiones producidas por la actividad humana, pero la acidificación hace que esta capacidad vaya disminuyendo.

2. Eutrofización

En ecología, el término eutrofización se refiere a un enriquecimiento masivo en nutrientes de un ecosistema acuático, especialmente a un aporte abundante de nitrógeno y fósforo, elementos que suelen ser limitantes en estos hábitats.

Una alta disponibilidad de estos nutrientes suele resultar en un exceso de producción primaria, lo que a su vez suele resultar en un descenso de la concentración de oxígeno y de la calidad general del agua, con la consiguiente disminución de la población de peces y otras poblaciones animales.

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La principal causa de eutrofización en los ecosistemas marinos son las descargas de ríos contaminados con fertilizantes agrícolas, así como las aguas residuales de granjas y de zonas residenciales.

3. Contaminación por plásticos

Cisne en un nido de plástico
Un cisne que ha construído su nido con plástico y basura del mar

La masa de plástico en los océanos se estima en 100 millones de toneladas. Esta acumulación de plástico se debe evidentemente a los vertidos de la actividad humana, pero es más grave que en otros tipos de basuras por la baja biodegradabilidad de los polímeros plásticos, lo que hace que perduren durante largos períodos de tiempo en el medio ambiente.

La vida acuática se ve afectada por el plástico de muchas formas, destacando por enredo, asfixia e ingestión.

Muchos animales consumen plásticos que asemejan a sus presas naturales, por ejemplo, las tortugas consumen plásticos que en el agua se asemejan a las medusas.

Otros animales se ven atrapados y mutilados al enredarse en redes de pesca, a menudo fabricadas de plástico.

Debido a las corrientes oceánicas, los plásticos tienden a concentrarse en las zonas de los vórtices oceánicos, como en la llamada isla de plástico del Pacífico donde convergen las corrientes del Pacífico Norte.

Los plásticos se degradan principalmente por la exposición a la radiación solar, pero en el agua la fotodegradación reduce el plástico a partículas más pequeñas pero que siguen siendo polímeros plásticos, incluso de tamaño molecular.

Estos microplásticos procedentes de la fotodegradación, junto a los microplásticos vertidos directamente al agua desde diversas actividades humanas, es una preocupación creciente por su efecto perjudicial para al vida marina, sobre todo para los organismos filtradores.

4. Toxinas

Además de las toxinas procedentes de los plásticos, existen toxinas que no se desintegran rápidamente en el entorno marino, como los PCB (policlorobifenilos), DDT, muchos pesticidas, furanos, dioxinas, basura nuclear, metales pesados, etc.

Estos tóxicos tienden a acumularse en los tejidos de muchas especies acuáticas en un proceso conocido como bioacumulación, y también tienden a acumularse en los ecosistemas bentónicos donde son especialmente perjudiciales.

5. Contaminación acústica subacuática

La vida marina puede ser susceptible al ruido y contaminación acústica producida por la actividad humana, como el tráfico naval, la realización de sondeos petrolíferos o el uso del sonar de baja frecuencia.

El sonido se transmite más rápido y a más distancia por el agua que por el aire, lo que hace que la contaminación acústica en el mar sea de especial importancia.

Por ejemplo, los cetáceos dependen de la información acústica que reciben, y la contaminación acústica puede afectar a sus sistemas de comunicación y ecolocalización.

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Referencias
  1. Melissa Denchak. (22 Enero 2018). Ocean Pollution: The Dirty Facts. NRDC.
  2. Nellemann, Christian et al. (2009). Blue Carbon. The role of healthy oceans in binding carbon.