La carúncula lagrimal, o simplemente carúncula, es el pequeño nódulo con forma globular y color rosáceo que se forma por elevación de la mucosa en el canto interno del ojo. Está compuesto por tejido adiposo, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas modificadas, todo ello rodeado de piel.
De la carúncula lagrimal se secreta una sustancia espesa de color blanquecino que ayuda a lubricar el ojo. Esta sustancia participa en gran medida en la formación de las legañas, que se forman por una mezcla de secreciones de la glándula lagrimal, la conjuntiva, la carúncula lagrimal, la glándula de Meibomio e incluso por mucosidad nasal que puede fluir a través del conducto nasolagrimal en determinadas circunstancias.
La zona del ángulo interno del ojo dónde se sitúa la carúncula se conoce como lago lagrimal por ser una zona dónde se van acumulando las lágrimas secretadas desde la glándula lagrimal principal y las diversas glándulas lagrimales accesorias del ojo.
Al parpadear, las lágrimas son drenadas por vacío a través de los punctum lagrimales superior e inferior, unas aperturas ambos lados de la carúncula que conectan con el saco lacrimal, el cual drena finalmente a las fosas nasales. En el drenaje de las lágrimas hacia los punctum lagrimales tiene un papel muy importante la plica semilunares, un pequeño pliegue de la conjuntiva junto a la carúncula lagrimal evolucionado probablemente como vestigio del tercer párpado que se puede observar en otros animales.
El nervio que inerva la carúncula es el nervio intratroclear, una rama del nervio nasal que también inerva una parte de la nariz, parte de la piel de los párpados, la conjuntiva y el conducto lagrimal. El drenaje linfático de la carúncula se realiza hacia los ganglios submandibulares. El aporte sanguíneo lo realiza la arteria palpebral medial.
Importancia médica
La afección que afecta a la carúncula lagrimal con más frecuencia es la inflamación por la alta cantidad de histamina que contienen las lágrimas en casos de alergia ocular. También afecta frecuentemente a la plica semilunaris y otras estructuras del ojo.
Otra afección en la carúncula es la tumoración, sobre todo del tejido epitelial de la carúncula, aunque tiene una frecuencia muy baja y en pocos casos tiene un pronóstico maligno. En caso de malignidad, es frecuente que los ganglios submandibulares también estén involucrados, por lo que se suelen extirpar junto a la carúncula si es necesario.