El semen o esperma es un fluido blanquecino de consistencia viscosa formado por espermatozoides (gametos o células reproductoras masculinas) suspendidos en líquido seminal.
En el algunas fuentes se la palabra «esperma» se utiliza para referirse de forma concreta a los espermatozoides (del latín sperma, y del gr. σπέρμα, que significa «semilla»), y «semen» para el conjunto de líquido seminal y espermatozoides, aunque casi siempre los dos términos se utilizan como sinónimos.
El semen se produce en el aparato reproductor masculino de todos los animales. En este artículo estudiaremos de forma detallada el semen humano, cómo se forma y cuál es su composición.
Índice de contenido
Características generales del semen
El semen o esperma se define como el líquido formado por espermatozoides y líquido seminal. Se produce en el aparato reproductor masculino y es expulsado a través de la uretra durante la eyaculación.
El volumen de semen eyaculado suele estar entre 1,5 y 4 ml, aunque puede variar notablemente en función de la excitación durante el coito, del período de abstinencia previo y de otros factores como estrés y estado de salud.
El color del semen suele ser blanquecino o ligeramente amarillento. Esta coloración se debe a las flavinas, una sustancia secretada por la vesícula seminal.
Si el semen presenta coloración anaranjada, rosácea o rojiza, es señal de que puede contener sangre por alguna lesión o enfermedad, por ejemplo infección de vejiga.
El olor y sabor del semen puede variar mucho de un individuo a otro por influencia de la dieta, estado de salud e incluso el estado emocional.
La consistencia es viscosa, a menudo con coágulos y grumos, debido a la presencia de mucoproteínas, enzimas y sustancias como el fosfato de espermina, una sustancia que solidifica fácilmente formando los llamados cristales de Böttcher cuándo el semen comienza a secarse.
El semen tienen un pH alcalino con un valor en torno al 7,5. Este pH facilita la vida de los espermatozoides en el medio ácido de la vagina, lugar dónde pueden sobrevivir varios días después del coito. También pueden sobrevivir varios días en los órganos reproductores después de la muerte del individuo.
Los espermatozoides pueden ser criopreservados (congelados) durante años sin que pierdan su capacidad fertilizante. Esta técnica permite la fecundación in vitro.
Formación del semen: testículos y estructuras relacionadas
En la formación del semen intervienen diversas estructuras del aparato reproductor masculino, principalmente túbulos seminíferos y epidídimo de los testículos, junto a diversas glándulas, principalmente las vesículas seminales y la próstata.
Túbulos seminíferos
Los túbulos seminíferos son unas estructuras de los testículos (gónadas masculinas) donde se produce la espermatogénesis, el proceso de formación de los espermatozoides.
La espermatogénesis está regulada principalmente por dos hormonas, la testosterona y la hormona foliculoestimulante (FSH, de su nombre en inglés), aunque la activación depende del hipotálamo a través de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH).
La espermatogénesis comienza en los túbulos seminíferos y termina en el epidídimo. El proceso completo tiene una duración media de 64 días.
Los espermatozoides se forman en el fondo de los túbulos seminíferos y van madurando a medida que avanzan por ellos gracias a los movimientos peristálticos de la musculatura lisa que rodea los túbulos seminíferos.
Al final de la maduración, los espermatozoides adquieren movilidad propia por medio de un flagelo.
Epidídimo
El epidídimo es un tubo alargado que se forma por aglomeración de los conductos seminíferos de los testículos. Hay un epidídimo situado en la parte superior de cada testículo, y cada epidídimo está conectado con un conducto deferente.
En el epidídimo, los espermatozoides quedan retenidos durante bastante tiempo, entre 10 y 14 días por término medio, y es el mayor lugar de almacenamiento de espermatozoides.
Van avanzando lentamente por los movimientos peristálticos del tubo mientras continúa el proceso de maduración y ganan capacidad fertilizante.
Conductos deferentes
Los conductos deferentes son unos conductos relativamente largos y rodeados de musculatura lisa que unen el epidídimo con los conductos eyaculatorios que llegan hasta la uretra.
En los conductos deferentes y en los conductos eyaculatorios no hay una gran cantidad de espermatozoides de forma habitual. Su función es la expulsión a gran velocidad del esperma durante la eyaculación.
Vesículas seminales
Cada vesícula o glándula seminal es un túbulo lobulado revestido de tejido epitelial secretor que libera un fluido mucoso rico en fructosa, sustancia que servirá de fuente de energía para los espermatozoides.
El líquido seminal es la última fracción del semen eyaculada. Aporta la mayor parte del volumen del semen, aproximadamente el 60%.
También contiene pequeñas cantidades de flavinas, un pigmento amarillo que hace que el semen sea fluorescente cuando se ilumina con luz ultravioleta, algo aprovechado en medicina legal y forense para encontrar restos de semen.
La unión de los conductos de las vesículas seminales y los conductos deferentes forman los conductos eyaculatorios que desembocan en la uretra.
Próstata
La próstata es un órgano glandular dónde se produce el llamado líquido prostático que se agrega al semen. Es muy rico en fosfatasas y ácido cítrico. También contiene altas cantidades de fosfato de espermina.
Glándulas uretrales y bulbouretrales
Las glándulas bulbouretrales, también conocidas como glándulas de Cowper, y las glándulas uretrales, también conocidas como glándulas de Littré o de Morgagni, se sitúan en la pared de la uretra y secretan moco de acción lubricante.
Es la primera fracción en salir con la eyaculación y lubrica el tracto uretral para facilitar la expulsión del esperma gran velocidad.
Composición del semen
El semen está compuesto por el líquido seminal en un 90%. Los espermatozoides o gametos masculinos representan menos del 10%.
La cantidad de espermatozoides puede variar notablemente entre individuos. Se consideran límites normales 50 – 150 millones por mililitro de semen.
En el semen también pueden aparecer otras células, como linfocitos y células epiteliales que se desprenden de la pared de los conductos por los que pasa el semen.
El líquido seminal lo podemos dividir en:
- Líquido de la vesícula seminal: representa entre el 40 y el 60% del semen y el principal componente es agua y fructosa. También contiene prostaglandinas E2, A y B, fósforo, potasio y aminoácidos.
- Líquido prostático: representa entre el 15 y 30% del volumen final del esperma eyaculado. En su composición destaca ácido cítrico, colesterol, fosfolípidos, carnitina y enzimas como la fosfatasa, fibrolisina y fibrinogenasa. También contiene minerales como calcio, sodio y zinc.
- Líquido preseminal: este líquido, secretado por las glándulas bulbouretrales, contiene grandes cantidades de mucoproteínas. Puede producirse y expulsarse por la uretra antes de la eyaculación y se cree que su función es de lubricar y preparar la uretra para la eyaculación.
En muchos tipos de infecciones, tanto sistémicas como locales, los microorganismos infectantes pueden pasar al semen y transmitirse por esta vía. Por ejemplo, el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) puede pasar al semen.
Las enfermedades infecciosas que se transmiten a través del semen entran dentro de la categoría de enfermedades de transmisión sexual.