El perfil análitico renal o perfil renal es una prueba de diagnóstico que mide la concentración de varias sustancias en sangre y orina para valorar la función renal, por lo que también se conoce como perfil de la función renal o pruebas de la función renal.
En este artículo veremos en qué consiste la prueba, cuándo se realiza y qué sustancias se miden.
Índice de contenido
Pruebas de la función renal
El perfil renal se engloba dentro de las conocidas como pruebas de la función renal. Estas pruebas consisten en análisis bioquímicos en sangre y en orina de sustancias relacionadas con la función renal.
La concentración de estas sustancias en sangre y/o orina, y su evolución a lo largo del día, es muy útil para detectar posibles problemas renales y conocer la capacidad de filtración glomerular.
Como prueba de diagnóstico se suele realizar cuando se sospecha algún problema o enfermedad que afecte a la función renal, aunque también es muy habitual en los chequeos generales por el efecto de la función renal en la salud de todo el organismo.
Las pruebas de perfil renal también se utilizan como pruebas de seguimiento para evaluar el progreso de enfermedades crónicas, como la gota o la disfunción renal, y en el seguimiento de la función renal en casos de trasplante y donación de riñones.
Es bastante común que se realice un análisis de orina primero y en base a los resultados el médico decida si necesita o no la realización del perfil renal sanguíneo. Si las pruebas de orina indican que el problema está en las vías urinarias y no en los riñones, no será necesario el análisis sanguíneo en la mayoría de los casos.
Realización del perfil renal
El perfil renal es una prueba muy sencilla. Tan solo es necesario tomar un pequeña muestra de sangre y una muestra de orina, a veces orina de 24 horas.
El médico dará instrucciones sobre si hay que acudir en ayunas o no, así como otras posibles medidas que el paciente haya de tomar para la realización de la prueba.
Las muestras se envían al laboratorio clínico y en unos días estarán listos los resultados.
Los valores obtenidos se comparan con los valores medios de referencia y las desviaciones, tanto por encima como por debajo, darán información importante para el diagnóstico, decisiones terapéuticas y la posible realización de pruebas adicionales.
Sustancias medidas en el perfil renal
El perfil renal mide la concentración en sangre y en orina de numerosas sustancias, aunque no siempre se miden todas. Estas son las más habituales:
- Creatinina
- Urea y BUN (Blood Urea Nitrogen)
- Electrolitos (sodio, potasio, cloro, calcio, fosfatos, bicarbonato)
- Proteínas
- Filtración glomerular
- Otras pruebas en el perfil renal
Creatinina
La creatinina es una sustancia de naturaleza proteica formada por tres aminoácidos. Es producida en los músculos por degradación de las fibras musculares.
La concentración de creatinina en sangre depende de la masa muscular de la persona y se mantiene constante si la masa muscular no cambia. Los valores de referencia se sitúan entre 0,3 y 1,4 mg/dl en mujeres y 0,5 – 1,2 mg/dl en hombres.
El aumento de creatinina en sangre puede ser indicio de un proceso patológico que provoca ruptura de fibras musculares o de un proceso fisiológico, por ejemplo aumento de la masa muscular en deportistas.
El aumento de creatinina en sangre también puede ser indicio de un problema en la filtración glomerular del riñón. Casi toda la filtración renal de creatinina se produce en los glomérulos, la secreción y reabsorción son tubular mínimas.
Aclaramiento de Creatinina
Cuando se detecta una concentración de creatinina en sangre superior al de referencia y se quiere determinar si se debe a un problema renal o no, se suele recurrir a la medición del Aclaramiento de Creatinina, una prueba que mide la velocidad de filtración de creatinina en los riñones.
Esta prueba requiere medir la concentración de creatinina en sangre y el análisis de la orina recogida durante 24 horas. El valor normal es 100-130 ml/min; un valor inferior indicaría un problema en la filtración glomerular.
También es frecuente medir la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR – Estimated Glomerular Filtration Rate). Aunque la concentración de creatinina en sangre puede servir de indicio sobre la función glomerular, el eGFR es un dato mucho más preciso. El rango de referencia del eGRF es 90 – 120 ml/min.
Urea y nitrógeno ureico
La degradación de proteínas produce urea, una molécula pequeña cuya fórmula es (CO(NH2)2. La concentración normal de urea en sangre es, en ayunas, 15 – 50 mg/dl.
La secreción y reabsorción de urea en el riñón acompaña en gran medida al agua y es bastante variable de una persona a otra. Cualquier proceso que afecte al volumen de agua en la orina afectará a la concentración de urea en sangre.
Por ejemplo, si la micción es muy abundante, se eliminará más urea y su concentración en sangre será menor. Por el contrario, si hay algún proceso que haga disminuir el volumen de orina (baja diuresis por deshidratación, hemorragia, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, etc), la concentración de urea en sangre aumentará.
Se puede decir que la concentración de urea en sangre da una idea general sobre el funcionamiento del riñón pero no es un dato muy específico.
La subida de la concentración de urea en sangre puede ser indicio de un mal funcionamiento del riñón pero también se puede deber a un mal funcionamiento hepático, estados catabólicos (proteinolisis), a un consumo excesivo de proteínas en la dieta y otras muchas causas.
Por otro lado, una concentración baja de urea se puede deber a una dieta pobre en proteínas, período de gestación, exceso de hidratación o fallo hepático.
Además de la urea en sangre como tal, también es frecuente la determinación de nitrógeno ureico (conocido como BUN, del inglés Blood Urea Nitrogen), cuyos valores de referencia son 5 – 20 mg/dl..
Electrolitos
Los electrolitos son iones disueltos en el medio acuoso del organismo. Los más destacados en el perfil renal son el sodio (Na+), potasio (K+), cloro (Cl–), calcio (Ca2+), fosfatos (PO43-, PO4H2- y PO4H3–) y bicarbonato (HCO3–).
La concentración de electrolitos en el organismo es fundamental, entre otras cosas, para mantener el pH y la osmolaridad. Su concentración en sangre se mide en mmol/L y se ve rápidamente afectada ante cualquier alteración de la función renal.
Sin embargo, su interpretación suele ser muy compleja, ya que puede verse afectada por numerosas patologías y estados fisiológicos que no afectan al riñón directamente
Proteínas
La orina no contiene proteínas en condiciones normales, salvo durante el embarazo, tras un ejercicio intenso y en algunas enfermedades y situaciones patológicas que manifiestan con proteinuria.
El estudio de la proteinuria suele incluir el estudio de:
- Proteinuria glomerular
- Proteinuria tubular
- Proteinuria mixta
Además de la proteínas en orina, también es frecuente el estudio de las proteínas totales en sangre (albúmina y globulina) y de la albúmina en suero. La albúmina es muy importante en la presión oncótica y bajos niveles en sangre son indicativos de un posible problema en el hígado o en los riñones.
Filtración glomerular
Como se ha mencionado antes, la capacidad de filtración glomerular se puede medir mediante el aclaramiento de creatinina, una prueba que mide la velocidad a la que se elimina creatinina a través de la orina.
Mediante el aclaramiento de creatinina se puede determinar el volumen de sangre filtrado por minuto en el glomérulo (la unidad funcional del riñón). El valor de referencia del aclaramiento de creatinina es 90-130 ml/min.
El filtrado glomerular también se puede estimar mediante el aclaramiento de inulina y el aclaramiento de urea, aunque son pruebas menos utilizadas.
Otras pruebas en el perfil renal
El perfil renal es frecuentemente acompañado de otras pruebas y análisis, especialmente si ya existen indicios sobre algún problema de salud concreto.
Por ejemplo, en pacientes de gota se miden los niveles de ácido úrico en sangre y en orina. Otras pruebas muy habituales son glucosa en sangre y en orina, hemograma y el estudio de los sedimentos en orina.