El método socrático, también llamado debate socrático o método de Sócrates, es uno de los enfoques educativos más antiguos que persigue la enseñanza junto al desarrollo del pensamiento crítico.
Su principal característica es la eliminación de pretensiones de certeza con el objetivo de animar a una comprensión más profunda de un tema en particular. Básicamente, hay que cuestionarlo todo sin dejar ninguna situación por investigar.
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Origen del método socrático
El método socrático debe su nombre a Sócrates, un filósofo de la Antigua Grecia que nació en Atenas en el año 470 a. C..
Una de las características más conocidas de la personalidad de Sócrates era la implicación de los demás en conversaciones que intentaban definir ideas generales complejas, como puede ser la idea de belleza, justicia, o amistad, a través de la discusión de sus ambigüedades y complejidades.
Durante sus conversaciones filosóficas, Sócrates ponía en duda prácticamente cualquier enfoque sobre el tema tratado, aún cuándo tuviera relativamente un gran conocimiento sobre él. Este cambio de rol se conoce como ironía socrática y es clave en el ejercicio del método.
Características principales
Aunque el método socrático puede ser utilizado de forma efectiva para establecer conceptos, por ejemplo en enseñanza de matemáticas, es mucho más utilizado para estimular un crecimiento positivo del discurso humano.
El método busca eliminar cualquier noción de una comprensión completa sobre un determinado tema para que se eliminen las barreras que impiden conseguir un nivel superior de comprensión, barreras que aparecen en la mente humana cuándo se siente que ya se sabe o domina un tema.
De esta acepción proviene la famosa cita «Sólo sé que no sé nada» (en griego clásico ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, en griego moderno hèn oîda hóti oudèn oîda; esta cita se considera un parafraseado del texto original que aparece en Apología de Sócrates, de Platón, traducido al latín y posteriormente vuelto a traducir al griego en esta forma2).
El método socrático se basa en la creencia de que tener dudas o una sombra en el conocimiento de algo puede producir incertidumbre y por ello tendemos a que nos atrape el pensamiento de que sabemos o dominamos un tema. Esta sensación de comprensión nos impediría seguir avanzando para realmente llegar a comprender el tema en profundidad.
El método se desarrolla a través de un debate sobre un tema en el que pongan en duda todas las nociones preconcebidas para intentar descubrir el verdadero significado. Es fácil que, al eliminar las ideas preconcebidas, uno pueda sentir miedo o ansiedad y que la conversación se torne en una discusión de unos contra otros.
En el método socrático, el que expone el tema toma un papel subordinado en busca del conocimiento, no de su afirmación. Esto es muy importante pues permite a los demás interlocutores sentirse confortables en un nivel en el que pueden hablar abiertamente. Se asume modestia en todos y actitudes de humildad son las que evitan que los oradores se conviertan en oponentes.
Aplicación del método socrático
El método socrático podría comenzar con un pregunta del interrogador, por ejemplo «¿Qué es la Justicia»?. Entonces el que responde da su definición concebida. Seguidamente el interrogador realiza una o más preguntas que llevan al que responde a decir algo contradictorio con su primera respuesta.
Cuando se da cuenta de que su primera respuesta ya no es válida, se vuelve a realizar la pregunta inicial: ¿Qué es la Justicia?. Ahora el que responde está menos seguro de tener una comprensión clara sobre lo que es la Justicia y se ve obligado a iniciar un pensamiento crítico en el que se pongan en duda las ideas preconcebidas.
El verdadero propósito del método socrático no sería definir y afirmar lo que es la Justicia, o cualquier otro tema complejo, sino aumentar la compresión sobre el tema. Se utilizan las propias palabras del individuo para convencerlo de que sabe menos de lo que pensaba viéndose obligado a abrir su mente a nuevas posibilidades que no había considerado antes.
Responder preguntas que nos llevan a afirmar la respuesta o a conocer nuevas posibilidades de pensamiento, suelen desencadenar sensaciones gratificantes que llevan a mejorar la confianza en uno mismo. En lugar de comenzar diciendo como o que hay que pensar, el método socrático permite el descubrimiento de la respuesta por uno mismo. Esta capacidad de encontrar nuestro propio camino es al final lo más importante.