
Los lunares y las verrugas con dos tipos de crecimientos y formaciones cutáneas muy comunes. Ambos suelen ser asintomáticos, pero pueden indicar algún problema o cambios perjudiciales en la piel y por ello hay que vigilarlos.
En el lenguaje coloquial, se suele llamar lunar a lo que los médicos llaman nevus melanocítico, un tipo de tumor benigno que se forma por crecimiento y acumulación de melanocitos. Las verrugas, por su parte, son lesiones cutánea producidas por el virus del papiloma humano.
Popularmente también se suelen llamar verrugas a los acrocordones, otro tipo de tumor benigno como el lunar o nevus melanocítico, pero que nada tiene que ver en su etiología con las verrugas verdaderas producidas por el virus del papiloma.
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Lunares
Los lunares se consideran un tipo de tumor benigno llamado nevus melanocítico. Es el tumor benigno más frecuente en las personas caucásicas, mientras que en personas de fototipo oscuro son relativamente raros.
Se forman por crecimiento y acumulación de células névicas con alto contenido en melanina. Se cree que estas células se forman a partir de los melanocitos, aunque no se sabe con exactitud.
El tamaño, forma y color puede ser muy variable. Los lunares típicos son pequeñas manchas en la piel de color marrón, negro o rojo pero con color homogéneo, planos o ligeramente abultados, superficie suave, bordes definidos, simétricos y con un tamaño que puede alcanzar 2 o 3 cm. Un lunar con un diámetro superior a 6 mm ya se considera un lunar grande.
La gran mayoría de la gente tiene lunares, aunque sea unos pocos. Los lunares suelen aparecer durante la infancia y adolescencia, pero también pueden estar presentes desde el nacimiento o desarrollarse durante la edad adulta.
El melanoma cutáneo es también un tumor melanocítico, como el lunar, pero a diferencia de este el melanoma es de carácter maligno y por tanto un tipo de cáncer. Los lunares siempre son asintomáticos y la presencia de cualquier síntoma (picor, dolor, hinchazón, etc) debe ser consultado con un médico.
Solo se tratan por motivos médicos aquellos lunares sometidos a roce continuo, muy expuestos a radiación solar, muy grandes, con bordes irregulares, que duelen, sangran y otros síntomas que pueden aumentar el riesgo de que evolucionen hacia melanomas.

Verrugas y acrocordón
Las verrugas, desde un punto de vista médico, es una lesión cutánea producida por el virus del papiloma humano, pero coloquialmente es mucho más habitual que se llame verruga a lo que los médicos llaman acrocordón o fibroma cutáneo.
Las verrugas suelen aparecer como protusiones en la piel de textura rugosa. Pueden ser de color claro o marrón oscuro, incluso negro. Son más comunes en manos (verruga común), plantas de los pies (ojos de gallo o verrugas plantares), piernas y genitales (incluyendo el interior de la vagina, uretra y ano). También pueden aparecer en frente y cara, sobre todo en edad infantil.
Las verrugas, al estar producidas por el virus del papiloma, son contagiosas, a diferencia de lunares y acrocordones que no son contagiosos en ningún caso.
El acrocordón, por su parte, se considera un tumor benigno, igual que el nevus o lunar, pero a diferencia del lunar, el acrocordón crece como una protuberancia unida a la piel mediante un tallo carnoso llamado pedúnculo.
Los acrocordones pueden ser rugosos o lisos y generalmente son del mismo color que la piel circundante. Suele salir en las zonas donde la piel hace pliegues y se cree que se deben al roce continuo.
Algunos estudios también han encontrado la presencia del virus del papiloma humano (tipos 6 y 11) en los acrocordones, pero su patogénesis no se conoce bien. Es más frecuente en personas con sobrepeso, diabéticos, embarazadas, acromegalia y síndromes raros como el síndrome de Birt-Hogg-Dubé o el síndrome del ovario poliquístico.
Los acrocordones no suelen requerir atención médica ni producen síntomas, salvo que aparezcan en zonas donde estén sometidas a tirones y roces constantes. La verruga tampoco suele provocar síntomas, salvo las verrugas plantares que son dolorosas.
Las verrugas del papiloma en ciertas partes de los genitales, como vulva y cérvix, se relacionan con un mayor riesgo de cáncer vulvar y cervical.
Las verrugas en genitales y cara han de ser consultadas siempre con el médico, mientras que en otras partes del cuerpo se pueden eliminar con cirugía menor e incluso con medicamentos OTC de aplicación tópica.