La cera de los oídos, o cerumen, es una sustancia que se produce en el canal auditivo externo con importantes funciones de limpieza, protección y lubricación. Tiene consistencia cerosa altamente hidrofóbica y se presenta como sólidos maleables a temperatura ambiente de color marrón o amarillento.
El principal componente del cerumen son células y pelo desprendidos por descamación de la piel mezclados con las secreciones de las glándulas sebáceas y ceruminosas del canal auditivo (un tipo de glándulas sudoríparas modificadas). Aproximadamente el 60% del cerumen es queratina, y el resto son compuestos orgánicos diversos como ácidos grasos de cadena larga, escualeno, lanosterol, diversos alcoholes y colesterol.
Índice de contenido
Principales funciones
Entre las funciones de la cera de los oídos destacan tres: limpieza, lubricación y protección frente a microorganismos.
Limpieza
El cerumen se va produciendo y acumulando en las paredes del canal auditivo donde atrapa cualquier partícula que se pueda introducir en él. A medida que se va formando nuevo epitelio y nueva piel, la cera en sus paredes se va moviendo hacia el exterior trasportando con ella las partículas atrapadas.
Las células epiteliales se van formando en el umbo timpánico y se van desplazando hacia fuera a un ritmo aproximadamente igual al crecimiento de las uñas. Con este desplazamiento se va arrastrando el cerumen, ayudado con el movimiento de las mandíbulas. El efecto se suele ilustrar asemejándolo con el funcionamiento de una cinta transportadora.
Efecto lubricante
El tacto ceroso del cerumen lubrica el canal auditivo con una capa hidrofóbica que previene la desecación de la piel y la formación de grietas que favorecerían el crecimiento de microbios.
Protección frente a patógenos
La cera producida en los oídos inhibe el crecimiento de un amplio rango de cepas bacterianas frecuentes en la flora cutánea, como Haemophilus influenza, Staphylococcus aureus o Escherichia coli. El ceremun también parece inhibir algunos tipos de hongos frecuentes en infecciones micóticas del oído.
El efecto contra bacterias y hongos parece provenir del pH ácido del cerumen dado por los ácidos grasos, generalmente en torno a 6.1, y la presencia de enzimas con efecto citolítico, sobre todo lisozima. Esto no quiere decir que en el cerumen no crezca ninguna bacteria, todo el contrario, en el cerumen es común encontrar otros tipos de bacterias que, o bien no son perjudiciales en las cantidades habituales, o bien son expulsadas por el efecto de limpieza de la cera sin dejar que se acumulen hasta niveles patológicos.
Tipos de cerumen y olor corporal
Los humanos producen dos tipos de cerumen, el húmedo y seco. El cerumen húmedo suele tener un aspecto más untuoso y un color marrón desde claro amarillento hasta marrón oscuro. El tipo de cerumen seco tiene un aspecto escamoso y un color grisáceo-blanquecino. La diferencia entre ambos se debe principalmente a la mayor cantidad de lípidos y pigmentos, en el cerumen húmedo generalmente es superior al 50%, mientras que en le cerumen seco la cantidad de lípidos suele quedarse en torno al 20%.
Galería
Cada tipo de cerumen viene determinado por el genotipo y su frecuencia varía entre poblaciones provenientes de diversas regiones del planeta. El genotipo del cerumen húmedo sigue un patrón hereditario dominante y es más común en poblaciones europeas y africanas, mientras que el cerumen seco es más frecuente en poblaciones nativas americanas y del este asiático. El tipo de cerumen ha sido utilizado en antropología como señales en el registro de movimientos migratorios a lo largo de la historia de la humanidad.
El gen identificado en la determinación de cada tipo de cerumen se conoce como ABCC11 (ATP-binding cassette transporter sub-family C member 11). Este gen se ha relacionado también con la producción y olor del sudor corporal, mucho menor en las personas que producen cerumen tipo seco.