Un nódulo hepático es un crecimiento celular que forma una masa en el interior del hígado. Los nódulos se detectan fácilmente mediante ecografía y la mayoría son benignos aunque para determinar si son malignos se necesitan pruebas adicionales. Se puede hablar de nódulo, lesión nodular o tumor de forma indistinta pero es común reservar el término nódulo para masas menores a 1 cm de diámetro.
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Síntomas
La mayoría de nódulos hepáticos no producen síntomas y son encontrados de forma accidental durante la realización de pruebas para otras cuestiones de salud no relacionadas, generalmente a través de una ecografía abdominal. A veces se encuentran incluso después de la muerte en hígados sanos de pacientes que murieron por otros motivos.
Algunos nódulos pueden causar dolor, especialmente si son grandes o si se complican con hemorragias internas en la cavidad abdominal, lo que sucede rara vez. Los análisis de enzimas hepáticas en sangre suelen ser normales. En algunos casos de nódulos de cierto tamaño pueden aparecer ligeramente aumentadas la fosfatasa alcalina y la gammaglutamiltranspeptidasa.
Diagnóstico
Los nódulos hepáticos se suelen detectar durante la realización de ecografías abdominales. Las ecografías no pueden determinar si el nódulo es benigno o maligno. Para ello se realizan otras pruebas de imagen, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, que permiten diferenciar una lesión maligna por la diferente captación del contraste.
Si las técnicas de imagen no permiten obtener un diagnóstico claro, se recurre a la realización de biopsias. La biopsia hepática se puede realizar mediante punción percutánea. Si esta biopsia no es suficiente y hay que recurrir a operación quirúrgica, lo más común es que se proceda a la extirpación completa del nódulo y se proceda al diagnóstico mediante su examen posterior.
Tipos
Los nódulos se suelen clasificar en dos grandes grupos, los nódulos regenerativos y los nódulos displásicos:
- Nódulos regenerativos: se componen de hepatocitos normales pero que han crecido de forma anormal. Son de carácter benigno y pueden evolucionar a nódulos displásicos.
- Nódulos displásicos: contienen hepatocitos anormales. Pueden crecer hasta formar tumores, siendo los más comunes sel hemangioma, el adenoma hepatocelular y la hiperplasia nodular focal, todos ellos benigos. En algunas enfermedades hepáticas, como la cirrosis, son habituales. Los nódulos hepáticos malignos suelen ser de tipo displásico.
Hasta que no se determine la naturaleza del nódulo no se suele seguir ninguna pauta de tratamiento. Tras el estudio del tejido, si se determina que el nódulo es un riesgo para la salud, se procederá a la extirpación quirúrgica u otros tratamientos que se estimen adecuados según el caso. En el caso de nódulo benignos es común que se proceda a su vigilancia periódica.