
En el ámbito de la bioquímica y de la nutrición, los oligoelementos se definen como elementos minerales esenciales para la vida y que son necesarios en la dieta en cantidades pequeñas, generalmente menores a 100 mg diarios, aunque no hay una definición estandarizada y este límite se suele tratar de forma flexible.
También se conocen como elementos traza o microminerales y se englobarían dentro de la categoría de micronutrientes junto a otros nutrientes no minerales que también son esenciales en bajas cantidades, como es el caso de muchas vitaminas o algunos aminoácidos, y se diferenciarían de los macrominerales y macronutrientes que se necesitan en cantidades muy superiores.

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Lista de oligoelementos
Se estima que el organismo humano utiliza un total de 29 elementos químicos, incluyendo los cuatro mayoritarios: carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. De ellos, al menos 20 serían esenciales al ser requeridos en procesos bioquímicos, tener funciones estructurales o actuar como electrolitos, y de ellos 8 se consideran oligoelementos o elementos traza, más el flúor, el litio y el bromo, los tres sugeridos como oligoelementos pero sin función biológica exactamente conocida:
- Hierro
- Zinc
- Manganeso
- Cobre
- Molibdeno
- Yodo
- Cromo
- Selenio
- Flúor
- Litio
- Bromo
Hierro
Los hombres adultos y mujeres postmenopáusicas necesitan aproximadamente 8 mg diarios de hierro, siendo un poco más altas durante la adolescencia y períodos de crecimiento. Las mujeres en edad fértil también necesitan más hierro, alrededor de 18 mg al día, para compensar la pérdida de hierro durante la menstruación.
El hierro es necesario para sintetizar hemoproteínas, un grupo de proteínas con funciones muy diversas caracterizadas por la presencia de un grupo prostético llamado grupo hemo. Entre las hemoproteínas destacan la hemoglobina, la mioglobina o las peroxidasas. Además, el hierro interviene en el desarrollo cerebral, la función inmune y la regulación de la temperatura.
Zinc
Las necesidades de zinc recomendadas en la dieta son de 8 mg para las mujeres adultas y de 11 mg para los hombres. El zinc es necesario en la composición de numerosas enzimas y hormonas, por ejemplo en la insulina o en la superóxido dismutasa, y forma parte de las estructuras conocidas como dedos de zinc que ayudan a estabilizar la configuración espacial de muchas proteínas.
Además, el zinc estimula la acción de más de 100 enzimas, promueve la cicatrización de heridas, es necesario para un buen funcionamiento del sistema inmune y participa en la síntesis de ADN.
Manganeso
Se recomienda consumir al menos 1.8 mg diarios de manganeso para las mujeres y 2.3 mg para los hombres. El mangenso está presente en muchas enzimas, por ejemplo en diversas dismutasas de superóxidos y peróxidos (Mn-SOD, Mn-catalasa, etc) o en la glutamina sintasa de riñones, hígado y cerebro.
El manganeso también participa en la producción de hormonas sexuales, en la regulación de la glucemia o en la absorción de calcio. Además interviene en diversos puntos del sistema inmune; por ejemplo, es parte de la concanavalina A, una sustancia que entre sus muchas funciones es factor mitogénico para los linfocitos T.
Cobre
Las necesidades diarias de cobre están por debajo de 1 mg, en torno a los 900 μg (microgramos) para los adultos. Entre las funciones del cobre, es necesario para la formación de glóbulos rojos, para la síntesis de importantes neurotransmisores, como la epinefrina, la histamina o la serotonina, y forma parte de muchas enzimas, sobre todo de óxido-reducción como la citocromo c oxidasa.
Molibdeno
Los adultos deberían consumir al menos 45 μg diarios de molibdeno. Su principal función es la síntesis del cofactor de Molibdeno, el conocido como Moco (Molybdenum cofactor), que es necesario para el correcto funcionamiento de muchas enzimas, como la sulfito oxidasa, la xantina oxidasa, la aldehído oxidasa o la mARC (Mitochondrial amidoxime reducing component).
Yodo
Las recomendaciones diarias de yodo son de tan sólo 150 μg, a pesar de que es utilizado para la síntesis de las hormonas tiroideas, tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que regulan la actividad de todas las células del organismo.
Cromo
Se deben consumir en torno a 35 μg de cromo al día para los hombres y 25 μg para las mujeres. Aunque su papel biológico no se conoce con exactitud, parece que algunos de sus complejos estimulan la acción de la insulina y participan en el metabolismo de hidratos de carbono, lípidos y proteínas. No se ha identificado ninguna metaloproteína que contenga cromo en el cuerpo humano.
Selenio
Se recomienda tomar al menos 55 μg de selenio al día. Entre sus funciones destaca la formación de selenoproteínas, un grupo de proteínas con acción antioxidante que protegen a las células de los radicales libres y especies reactivas de oxígeno.
Flúor
El flúor es un oligoelemento que no se considera necesario para la vida pero en el ser humano su deficiencia genera problemas de salud, sobre todo de salud dental. Se recomienda consumir 3 mg de flúor diarios para las mujeres y 4 mg diarios para los hombres.
Litio
Al igual que el flúor, el litio no parece ser esencial para la vida pero su déficit se asocia con algunos problemas de salud. Incluso algunos estudios asocian un bajo aporte de litio con mayores niveles de suicidio y arrestos por episodios violentos, incluyendo drogadicción y homicidio. No hay una recomendación mínima de litio en la dieta diaria. Se sabe que el litio puede aumentar la permeabilidad celular a algunos neurotransmisores y por ello se utiliza en el tratamiento y prevención de manías y otros trastornos psicológicos como la enfermedad bipolar.
Bromo
El bromo se encuentra en niveles traza en el organismo humano y es considerado como un nutriente esencial aunque su función biólogica no se conoce con exactitud. Algunos compuestos con bromuros se han utilizado como sedantes y en el tratamiento de la epilepsia.