¿Los hongos son autótrofos o heterótrofos?

Micelio y carpóforos de champiñón
Micelio de champiñón
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Un organismo es heterótrofo cuándo la materia orgánica que necesita es obtenida a partir de fuentes externas. Posteriormente esa materia orgánica es utilizada en las distintas rutas metabólicas y transformada en los diferentes componentes del organismo, pero la fuente primaria de materia orgánica son sustancias sintetizadas por otros organismos. Así se alimentan, por ejemplo, los animales.

Los organismos autótrofos, por el contrario, pueden sintetizar su propia materia orgánica a partir de sustancias inórganicas. Por ejemplo, las plantas son organismos autótrofos que sintetizan materia orgánica a partir de CO2, agua y la energía de la radiación solar. Se dice que estos organismos «fijan» el carbono inorgánico y lo transforman en carbono orgánico que podrá ser utilizado posteriormente por los organismos heterótrofos.

¿Cómo se alimentan los hongos?

Los hongos son organismos eucariotas que forman su propio reino biológico, el Reino Fungi, y que se alimentan de forma heterótrofa pero con una gran diferencia con los animales: no ingieren materia orgánica sino que la digieren en el medio externo y la absorben directamente desde ahí.

Los hongos pueden crecer sobre el suelo o sobre materia orgánica, por ejemplo sobre un tronco. También existen hongos acuáticos unicelulares de vida libre y también existen hongos que pueden crecer sobre materia orgánicia viva, ya sea de forma simbionte o provocando infecciones, por ejemplo, la dermatomicosis.

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En cualquier caso, el hongo secreta enzimas líticas al exterior que digieren la materia orgánica que haya en el medio, como pueden ser polisacáridos, lípidos y proteínas, y la transforman en sustancias más simples que pueden ser absorbidas por las células del hongo. La absorción se realiza mediante absorción osmótica, de ahí que este tipo de alimentación se conozca como osmotrofia.

Los hongos levaduriformes, las levaduras, son hongos unicelulares que secretan las enzimas y absorben los nutrientes a través de su membrana celular, pero los hongos multicelulares crecen en su mayoría con estructura de hifas.

Las hifas son filamentos constituidos por células alargadas y tubulares rodeadas de una pared de quitina. El conjunto de las hifas de un hongo forman una red filamentosa conocida como micelio. Al ser una red filamentosa, el micelio cuenta con un alto ratio de superficie respecto al volumen y proporciona una gran superficie de absorción.

Como organismos autótrofos, los hongos dependen completamente de la materia orgánica sintetizada por otros organismos. Esta materia orgánica la pueden obtener de materia orgánica muerta o de materia orgánica viva, ya sea de una forma parásita o de una forma mutualista. Así, los hongos pueden ser:

  1. Saprófitos: se alimentan de materia orgánica muerta que encuentran en el medio y tienen un papel destacado como descomponedores primarios y, por tanto, en los ciclos biogeoquímicos.
  2. Parásitos: son hongos que se alimentan de materia orgánica viva que le proporciona un anfitrión al que le causan daño, es decir, provoca infecciones en el anfitrión, a veces hasta causarle la muerte.
  3. Mutualistas: obtienen la materia orgánica de un anfitrión vivo pero no le provocan daño, sino que el anfitrión recibe beneficios de la relación con el hongo. Una de las relaciones mutualistas mejor conocidas de los hongos son las micorrizas, formadas por la asociación de un hongo y las raíces de una planta; el hongo obtiene materia orgánica de la planta y a cambio aumenta la absorción de agua y minerales del suelo. Otro ejemplo destacado de mutualismo son los líquenes, organismos formados por la asociación entre un hongo y una alga, a veces también con la participación de cianobacterias.

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