La tabaquera anatómica es una zona triangular que aparece en la parte lateral y dorsal de la mano. Al extender la palma de la mano y sacar el pulgar, la tabaquera anatómica se puede visualizar como una depresión o concavidad delimitada por los tendones del pulgar. En el suelo de la cavidad se sitúan el hueso trapecio y el hueso escafoides, ambos del carpo de la mano, y por aquí discurre la arteria radial, uno de los vasos más importantes de las extremidades superiores.
Esta zona era muy utilizada para poner tabaco y otras sustancias para su consumo vía nasal, de ahí el nombre de «tabaquera». En inglés se conoce como snuffbox. A veces también se denomina «fosa radial», aunque este nombre puede confundirse con la «fosa radial-humeral» y no es muy utilizado.
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Estructura y descripción
La cavidad denominada tabaquera anatómica aparece en la parte lateral-dorsal de la mano al extender el pulgar. La cavidad queda delimitada por estos bordes:
- Borde medial (ulnar): tendón del músculo extensor largo del pulgar.
- Borde lateral (radial): tendón del músculo abductor largo del pulgar y del extensor corto del pulgar.
- Borde proximal: apófisis estiloides radial. Aquí se sitúa la base del «triángulo» que forma la tabaquera anatómica.
- Suelo: se puede palpar el hueso trapecio y el hueso escafoides, ambos del carpo, y, en función de la posición de la muñeca, se puede llegar a palpar la base del primer metacarpo distalmente y el estiloides del radio proximalmente.
Nervios y vasos
La arteria radial es el vaso más importante que pasa por la tabaquera anatómica y se puede palpar en su base. Esta arteria atraviesa la tabaquera anatómica en su camino hacia los metacarpos, lugar dónde contribuye a los arcos arteriales superficiales y profundos de la mano. Las venas cefálicas también surgen en la tabaquera anatómica.
A lo largo del extensor largo del pulgar se pueden palpar las ramas superficiales del nervio radial.
Implicaciones médicas
Una de las principales implicaciones médicas de la tabaquera anatómica son las fracturas de muñeca por golpes y caídas con apoyo palmar, sobre todo fracturas del radio y del escafoides. Una de las principales razones es que la articulación entre estos dos huesos, situada en la profundidad de la tabaquera anatómica, es la que soporta la mayor parte de la fuerza del apoyo palmar.
En algunos casos de fractura proximal del escafoides, el riego sanguíneo a la parte distal puede verse interrumpido y provocar necrosis avascular del hueso, una de las complicaciones más importantes de la fractura de escafoides. Otras complicaciones pueden ser inestabilidad carpiana y dislocaciones.
Además de las fracturas óseas, también son frecuentes las tendinitis. Por la tabaquera anatómica pasan los tendones de los músculos extensores del pulgar, corto y largo, y del músculo abductor largo del pulgar. Su uso y sobrecarga continuada provoca inflamación (tendinitis) que si se cronifica da lugar a la Tenosinovitis de De Quervain o Síndrome de la Tabaquera Anatómica.
Las tendinitis en la tabaquera anatómica son frecuentes en profesiones que requieren el uso continuado del pulgar, como puede ser el uso de destornilladores y equipos informáticos, principalmente el ratón. También son habituales en madres durante el período de lactancia por la posición del lactante y el peso de bebé. En casos de fracturas previas de la muñeca, las tendinitis pueden hacerse recurrentes.
Los síntomas más habituales de estas tendinitis son:
- Hipersensibilidad cerca del pulgar
- Sentir desplazamiento de tendones en la zona
- Dolor al apretar los puños
- Dolor al presionar en el interior de la tabaquera anatómica
El tratamiento más habitual es reposo, antiinflamatorios e inmovilización del pulgar y muñeca.