La hiperhidratación o intoxicación hídrica es un cuadro clínico producido por un consumo excesivo de agua. Altera el funcionamiento del sistema nervioso central y puede producir coma y muerte en casos extremos, por lo que se considera una emergencia sanitaria.
La intoxicación hídrica es relativamente rara y se produce con mayor frecuencia en deportistas y personas sometidas a deshidratación cuando intentan rehidratarse y lo hacen demasiado rápido. También en personas que siguen dietas severas que incluyen un alto consumo de agua.
A continuación veremos las causas de la hiperhidratación, los síntomas que produce y como se puede prevenir haciendo una correcta rehidratación cuando sea necesario.
Índice de contenido
Causas de la intoxicación hídrica
Nuestro organismo necesita una correcta hidratación para poder funcionar, por lo que es necesario consumir agua frecuentemente, en torno a 2 litros de agua al día.
No obstante, la cantidad de agua que necesita cada persona puede variar en función de numerosos factores, como nivel de actividad física, temperatura y humedad ambiental, enfermedades, etc.
Pero aunque nuestro cuerpo necesite agua, no le podemos dar toda la que queramos. Si consumimos agua en exceso y en un espacio corto tiempo, los riñones pueden saturarse, y el exceso de agua se acumulará en el organismo.
Unos riñones sanos pueden eliminar hasta 9 L de agua al día, con una media en 7,5 L/día, y aproximadamente 1,5 L por hora.
En una persona sin problemas renales ni cardiovasculares, la intoxicación hídrica se produce a partir de un consumo de agua superior a dos-tres veces la cantidad de agua que pueden filtrar sus riñones.
En una persona con problemas renales o con un solo riñón, la intoxicación hídrica puede ocurrir con un consumo mucho menor, tan solo un poco superior a la capacidad de filtración renal.
Efectos y síntomas de la hiperhidratación
A partir de un consumo de agua superior a la capacidad de eliminación renal, como se ha comentado, el agua comienza a acumularse en el organismo.
El efecto inmediato de la acumulación de agua en el torrente circulatorio es una dilución de los electrolitos en sangre, entre ellos el sodio, esencial para mantener el equilibrio hídrico.
De este modo, la hiperhidratación produce una hiponatremia aguda (baja concentración de sodio en sangre), principal responsable de los efectos y consecuencias de la intoxicación hídrica.
Cuando la concentración de sodio en sangre desciende por debajo de 100 mmol/L, la hipófisis deja de producir la hormona antidiurética (HAD, vasopresina o argipresina).
Además, al descender la concentración de sodio en sangre, desciende fuertemente la presión osmótica en el torrente circulatorio y queda muy por debajo de la presión osmótica del interior celular.
Este diferencial provoca que el agua vaya entrando al interior de las células hasta que la presión hídrica, literalmente, hace estallar a la célula provocando su muerte.
La muerte celular en diferentes zonas del cuerpo ocurre relativamente rápido y desencadena una serie de síntomas. Los primeros en aparecer son náuseas y vómitos severos. También es muy común dolor de cabeza, confusión y desorientación.
Si la intoxicación hídrica progresa aparecen convulsiones y el paciente puede llegar a entrar en coma.
El cerebro y otras partes del sistema nervioso central se ven muy afectados y pueden aparecer edemas cerebrales irreversibles. Si no se trata rápidamente puede terminar provocando la muerte, generalmente por fallo cardíaco o sobrepresión del cerebro sobre el bulbo raquídeo.
Factores de riesgo
- Baja masa corporal: este factor es especialmente importante en bebés por debajo de 1 año. Es relativamente fácil que absorban demasiada agua en comparación con su masa corporal y reservas de sodio.
- Deportes de resistencia: los atletas pierden grandes cantidades de agua y electrolitos a través del sudor, y es habitual que vayan consumiendo grandes cantidades de fluidos durante el ejercicio. Este problema se ha identificado especialmente en corredores de maratón. Algunos estudios señalan que hasta el 30% de los participantes de maratones terminan la carrera con hiponatremia.
- Sobrejercitación y estrés cardíaco: actividades y situaciones que produzca sudoración intensa puede conducir a hiperhidratación al consumir líquidos para rehidratarse demasiado rápido: trabajar o hacer ejercicio en condiciones de alta temperatura y humedad, consumo de drogas (como MDMA o éxtasis), etc.
- Enfermedades psiquiátricas: por ejemplo, polidipsia psicogénica es una enfermedad psiquiátrica caracterizada por el consumo maníaco de líquidos.
- Riesgos iatrogénicos: durante la nutrición parenteral o a través de tubos nasogástricos, el equilibrio hídrico debe ser medido adecuadamente. Algunos medicamentos pueden producir hiponatremia, por ejemplo oxcarbazepina. Pacientes con diabetes insípida son más vulnerables a la hiperhidratación.
Tratamiento de la intoxicación hídrica
La intoxicación hídrica moderada, que puede pasar asintomática, se trata con la reposición de los niveles de fluidos y electrolitos, principalmente a través de la restricción en el consumo de líquidos.
En casos más severos puede ser necesario el uso de fármacos diuréticos y antagonistas de la vasopresina para incrementar la producción de orina y disminuir el volumen hídrico corporal.
Bebidas isotónicas para rehidratarse
Para rehidratarse correctamente y evitar la hiperhidratación se recomiendan bebidas que contengan sodio y otras sales minerales, conocidas de forma general como bebidas deportivas o isotónicas.
Al reponer agua y electrolitos se previene el efecto de dilución y permite que el organismo pueda mantener el equilibrio hídrico. Además, este tipo de bebidas suelen calmar la sed de forma más eficaz que el agua.
También se recomienda que los deportistas vayan bebiendo durante el ejercicio a medida que vayan sintiendo sed en lugar de practicar deporte sin importar tener sed y beber agua al final. Esto previene que el deportista ingiera grandes cantidades de golpe.