La corteza o cortex prefrontal es una zona de la corteza cerebral localizada en la parte anterior de los lóbulos frontales de cada hemisferio del cerebro de mamíferos. Está especialmente desarrollado en homínidos y se relaciona con el desarrollo de complejos procesos cognitivos implicados en la toma de decisiones, lo que ha llevado a que se asocie con la personalidad y el comportamiento social. También está implicado en la memoria a corto plazo y en el acceso a memoria de largo plazo.
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La función ejecutiva
Bajo el concepto de función ejecutiva de la corteza prefrontal se engloba la elaboración de respuestas cognitivas frente a problemas complejos o difíciles. Se sabe poco sobre los procesos que tienen lugar pero parece ser que en la corteza prefrontal se representan experiencias pasadas para aplicarlas al presente guiando así la toma de decisiones de cara al futuro. A través de esta función, el cortex prefrontal sería la parte del cerebro que da al ser humano la habilidad de razonamiento, fuente principal de su inteligencia y capacidad para resolver problemas.
El cortex prefrontal se va desarrollando lentamente hasta la edad adulta, lo que podría explicar, al menos en parte, que los jóvenes tengan mayor tendencia a participar en actividades de riesgo y realicen menos elecciones racionales en favor de decisiones impulsivas.
Se han propuesto varías teorías sobre como actúa el cortex prefrontal para realizar este control cognitivo de las acciones. La mayoría coinciden en que la croteza prefrontal actúa uniendo experiencias pasadas, las percepciones en el presente y el objetivo que se quiere conseguir en el futuro. De esta unión, la corteza prefrontal elabora la respuesta racional que, de todas las posibilidades, conllevaría la consecución del objetivo con mayor probabilidad de éxito.
La valoración de la acción escogida se realizaría mediante un filtrado de alto nivel que descartaría las acciones, pensamientos y emociones que supusieran una distracción o fueran irrelevantes para las metas fijadas. Junto a este sistema de filtrado, podría actuar un sistema de inhibición y un sistema de representación del objetivo a conseguir y los medios para alcanzarlo. Estas tres teorías, filtrado, inhibición y representación, probablemente actúen de forma sinérgica.
Además, la comparación que realiza el cortex prefrontal de experiencias pasadas, contexto y expectativas podría estar fuertemente implicada en el proceso de aprendizaje y encajaría perfectamente dentro de la teoría ejemplar y de la teoría de prototipos. Las experiencias pasadas serían los ejemplos y prototipos a partir de los cuáles avanzar en el aprendizaje.
Atención y memoria a corto plazo
Una teoría bastante aceptada es que en el cortex prefrontal se almacena la memoria a corto plazo, algo que fue propuesto por primera vez en 1936 cuándo se observó déficit de memoria a corto plazo en primates con daño en la corteza prefrontal. Esta función parece estar localizada en el cortex prefrontal dorsolateral, que coincide con el área 46 de Brodman.
Una idea muy extendida en la actualidad es que en el cortex prefrontal se localiza la llamada memoria de trabajo, lo que en computadores sería la memoria RAM. Esta idea se centra principalmente en la capacidad de la corteza prefrontal de mantener información durante cortos espacios de tiempo pero no se ocupa tanto en como se manipula y utiliza esta información para tomar decisiones.
Sin embargo, en un estudio del año 2004 realizado con primates, se concluyó que la corteza prefrontal podría tener más implicación en la atención selectiva que en la memoria a corto plazo.
Implicaciones en el sueño
La corteza prefrontal, en concreto la zona medial, ha sido relacionado con la generación de las ondas lentas de sueño (sueño delta o sueño profundo). La atrofia prefrontal que se produce de forma natural a medida que se envejece, podría explicar los problemas de consolidación de sueño y memoria que experimentan la mayoría de personas ancianas.