El líquido sinovial es un fluido transparente y viscoso con propiedades de fluido no-newtoniano. Se encuentra rellenando las cavidades de las articulaciones tipo diartrosis, dentro de la membrana sinovial, dónde ejerce su función lubricante para reducir la fricción entre los huesos de la articulación durante el movimiento.
Índice de contenido
Composición
El líquido sinovial está formado por un ultrafiltrado de plasma sanguíneo al que se le añaden altas cantidades de ácido hialurónico, su componente principal. También contiene lubricina, proteinasas y colegenasas. El líquido sinovial mantiene la misma composición iónica que el plasma sanguíneo.
El filtrado del plasma es realizado por las células tipo A de la membrana sinovial. Oras células de esta membrana, las tipo B, similares a fibroblastos, secretan el ácido hialurónico. Los condrocitos del cartílago articular secretan la lubricina, también conocida como proteoglicano 4 o PRG4.
En el líquido sinovial también se pueden encontrar células fagocíticas que mantienen el líquido sinovial limpio de las sustancias de desecho que se generan con el funcionamiento normal de los tejidos articulares.
Funciones
El ácido hialurónico, un glucosaminoglucano, proporciona viscosidad al liquido sinovial y es responsable de las características elásticas y de las propiedades de fluido no-newtoniano. Los fluidos no-newtonianos se caracterizan por aumentar de viscosidad si aumentan las fuerzas de estrés. La lubricina, por su parte, es una proteína con propiedades lubricantes.
Gracias a la acción conjunta de ambas sustancias, el líquido sinovial es capaz de absorver impactos durante el movimiento articular y reducir la fricción entre los huesos de la articulación, protegiendo a la articulación del desgaste.
El líquido sinovial también aporta oxígeno y nutrientes a los condrocitos del cartílago articular circundante y recoge los productos de desecho de su metabolismo.
Las alteraciones en la composición del líquido sinovial, generalmente asociado a procesos inflamatorios de la membrana sinovial, están implicados en numerosas enfermedades que afectan a las articulaciones, tales como la artritis reumatoide, artritis séptica, artritis traumática, osteoartritis o acromegalia.