El tejido granular es un tipo de tejido conectivo fibroso que se forma durante la cicatrización de heridas. Este tejido se va formando sobre coágulos de fibrina y va creciendo hasta que los coágulos van siendo reemplazados por el nuevo tejido.
El tejido granular comienza siendo de un color rojo claro o rosa oscuro y perfunde hasta que cubre toda la superficie de la herida sin importar su tamaño.
Su apariencia es un húmeda, de color rojo claro o rosa oscuro, y con una superficie irregular a la que debe el nombre de tejido granular.
Consta de una matriz extracelular que aloja diversos tipos de células que van haciendo crecer la propia matriz y una nueva red vascular para irrigar el nuevo tejido en crecimiento. También migran hacia el tejido granular células de sistema inmune, destacando macrófagos y neutrófilos.
El tejido granulomatoso, por su parte, es un tejido que presenta granulomas, algo completamente diferente al tejido granular pero que muchas veces se confunden por la similitud de su nombre.
Los granulomas son formaciones de tipo inflamatorio que produce el sistema inmune para aislar una sustancia o cuerpo extraño que no ha sido capaz de eliminar.
Los granulomas solo son visibles bajo el microscopio, mientras que el tejido granular se puede identificar a simple vista.
El tejido granular aparecía en heridas como mecanismo de cicatrización. Los granulomas y el tejido granulomatoso aparecen en muchos tipos de enfermedades, sobre todo en enfermedades infecciosas y enfermedades inflamatorias crónicas.