¿Cuánta agua hay que beber al día?

Mujer bebiendo agua
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La recomendación general más extendida es consumir de 2 litros de agua al día (8 vasos) para una persona sana y de características estándar. En realidad, la cantidad recomendable varía mucho de una persona a otra en función de muchos factores.

Uno de estos factores es el peso corporal. Según el peso, el consumo diario de agua recomendado sería de 30 ml por cada kg de peso. Por ejemplo, una persona de 70 kg tendría que beber 2.1 L de agua cada día.

Otros factores muy importantes son el nivel de actividad física o la temperatura ambiental. Si eres muy activo y practicas deporte frecuentemente, o si hace mucho calor, deberás beber más agua que las recomendaciones generales.

El motivo es obvio. Al hacer deporte o con calor ambiental sudarás más y tu cuerpo perderá más agua. Para que tu organismo vuelva a tener los niveles óptimos de líquido tendrás que reponer el agua perdida.

Fuentes de agua para el cuerpo

El agua que el cuerpo necesita diariamente no sólo procede del agua ingerida sino también de los alimentos que consumimos. Las frutas, por ejemplo, contienen una alta cantidad de agua.

Algunas comidas como las sopas o bebidas como infusiones, también nos aportan un gran volumen de agua. Estas fuentes de líquido harán que nuestras necesidades de beber sean menores.

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Pero no se puede restar la cantidad de agua a beber de forma directa al agua que contengan los alimentos. El agua consumida con los alimentos no se aprovecha de igual forma que el agua sola.

Además, algunos alimentos pueden tener efecto diurético. Por ejemplo, algunas infusiones tienen aumentan la producción de orina y con ello la eliminación de agua. Así que el agua es siempre la mejor forma de mantener una correcta hidratación.

Necesidades hídricas en situaciones especiales

Las necesidades hídricas, y por tanto la cantidad de agua que se debe beber a diario, pueden verse incrementadas en algunas situaciones fisiológicas.

Por ejemplo, una mujer embarazada necesita beber más agua para mantener la placenta, líquido amniótico y desarrollo del bebé. Igualmente, durante la lactancia la mujer necesita un aporte extra de agua para fabricar la leche materna.

Otras situaciones médicas también pueden requerir beber más agua. Por ejemplo, un paciente que padece vómitos o diarrea pierde mucho líquido y necesita beber más agua para no deshidratarse. Las infecciones de vejiga hacen que el paciente orine frecuentemente y también suelen requerir un aporte hídrico extra.

Retención de líquidos

La retención de líquidos es un problema sanitario que afecta a mucha gente y que provoca, entre otros síntomas, hinchazón en las extremidades, sobre todo pies y piernas.

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La gente que sufre de retención de líquidos tiende a pensar que beber agua empeorará su situación pero no es así. De hecho, la retención de líquidos es un signo frecuente de que el cuerpo no está recibiendo la cantidad de agua suficiente.

Un aporte correcto de agua ayuda a mantener la tensión arterial y a un correcto funcionamiento del aparato urinario y con ello puede realmente ayudar eliminar el exceso de líquido acumulado.

Exceso de agua en el cuerpo

El agua, tan imprescindible para la vida, también puede llegar a ser tóxica. Una sobredosis de agua puede dejar al cuerpo con una concentración muy baja de electrolitos al quedarse muy diluidos en un gran volumen de agua o por orinar tanto que se eliminan demasiados.

Los síntomas más destacados de intoxicación hídrica incluyen dolor de cabeza, náuseas, confusión, vómitos y calambres musculares. En casos extremos puede tener un desenlace fatal y provocar la muerte.

No obstante, la intoxicación hídrica es muy rara y se necesita consumir una cantidad enorme de agua en un período de tiempo corto.

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