El bazo es un órgano situado bajo el diafragma en la parte izquierda de la cavidad abdominal. Forma parte del sistema linfático y su estructura es similar a un gran nódulo o ganglio linfático.
Las funciones del bazo se pueden dividir en dos grandes categorías: funciones hemáticas y funciones inmunitarias.
Las funciones hemáticas tienen lugar en la pulpa roja. Entre ellas destaca la destrucción de eritrocitos y el metabolismo de la hemoglobina con el reciclado del hierro y la formación de bilirrubina.
Las funciones inmunitarias tienen lugar en la pulpa blanca. Entre ellas destaca la producción de anticuerpos, la producción de opsoninas y la destrucción de bacterias y células cubiertas por anticuerpos.
A continuación veremos con más detalle las funciones del bazo en cada categoría.
Índice de contenido
Funciones hemáticas del bazo
La principal función hemática del bazo es la destrucción de los eritrocitos o glóbulos rojos viejos, dañados o que presentan cualquier otra anomalía. En el bazo también se destruyen las plaquetas viejas o dañadas.
Esta función se lleva a cabo en la pulpa roja, una parte del bazo en la que abundan capilares sanguíneos sinusoides.
Entre los capilares se disponen los conocidos como cordones de Billroth., también llamados cordones esplénicos Los cordones de Billroth consisten en tejido conectivo con una gran población de monocitos y macrófagos.
Las discontinuidades de los capilares sinusoides hacen de filtro mecánico para la sangre que llega al bazo. Los eritrocitos se ven obligados a deformarse para pasar por los cordones de Billroth. Los eritrocitos viejos o dañados tienen menor flexibilidad, por lo que no consiguen pasar y son destruidos.
En el bazo también se metaboliza la hemoglobina de los eritrocitos. El grupo hemo es transformado en bilirrubina, sustancia que se excreta a través de la bilis, y el hierro es reciclado.
Otras funciones hemáticas
La hematopoyesis tiene lugar en el bazo durante el desarrollo fetal, formándose aquí todas las células sanguíneas hasta aproximadamente el quinto mes de gestación.
Tras el nacimiento, la hematopoyesis tienen lugar en la médula ósea, aunque en el bazo siguen madurando y diferenciándose muchos tipos de linfocitos, por lo que se sigue considerando un órgano hematopoyético.
En el bazo se retienen una gran cantidad de eritrocitos, plaquetas y linfocitos que se liberan cuando es necesario, por lo que también actúa como reservorio de estas células.
Funciones inmunitarias
El bazo es un órgano central en la actividad del sistema inmunitario, tanto en la inmunidad humoral como en la inmunidad celular.
Las funciones inmunitarias del bazo ocurren en la pulpa blanca, formada por nódulos linfáticos conocidos como cuerpos de Malpighi, que consisten en tejido linfoide alrededor de una arteriola central.
En los cuerpos de Malpighi se diferencia tres zonas:
- Vaina linfoide periarteriolar: contiene principalmente linfocitos T.
- Folículos linfoides: se sitúan a continuación de las vainas periarteriolares y actúan como centros germinales de linfocitos B.
- Zona marginal: se sitúa entre los folículos linfoides y la pulpa roja. Contiene células presentadoras de antígeno, principalmente células dendríticas y macrófagos especializados.
La organización del bazo facilita la filtración de antígenos, patógenos y células anormales presentes en la circulación sanguínea y facilita la interacción entre las células presentadoras de antígeno y los linfocitos T y B, actuando como regulador de la respuesta inmunitaria.
En el bazo también se sintetizan las opsoninas tuftsina y properdina, que junto a la IgM e IgG2 son muy importantes para la opsonización y fagocitosis de ciertos tipos de patógenos, sobre todo de bacterias encapsuladas.