El primer microscopio óptico fue construido por Zacharias Janssen en 1590. Con ellos la ciencia dio un salto gigantesco, especialmente en microbiología y medicina.
El microscopio óptico utiliza la luz y un sistema de lentes para aumentar la imagen. En la actualidad existen microscopios con una capacidad de aumento mucho mayor, por ejemplo el microscopio electrónico de barrido, pero el microscopio óptico sigue siendo el más utilizado.
En este post vamos a explicar cómo se utiliza el microscopio óptico, aprendiendo a enfocar y visualizar muestras. También veremos cómo cuidar el microscopio antes y después de cada uso para mantenerlo en las mejores condiciones.
Índice de contenido
Pasos en el uso del microscopio
1.- Preparación
Para comenzar, se coloca el objetivo de menor poder de aumento (4x) en posición de trabajo. Bajamos la platina hasta el tope inferior, todo lo que se pueda.
Pasamos a colocar la preparación sobre la platina de forma que la muestra quede centrada en el orificio por el que pasa la luz. El portaobjetos debe quedar firmemente sujeto por las pinzas metálicas de la platina.
Ahora ya podemos comenzar con el enfoque y observación.
2.- Enfoque y observación
Se comienza a enfocar con el objetivo de menos aumentos, el de 4x, pero se puede pasar directamente al de 10x si vamos a observar células, bacterias u otras estructuras de tamaño similar.
Se comienza acercando la preparación lo máximo posible a la lente del objetivo. Para ello utilizamos el tornillo macrométrico mirando desde el exterior, no mirando a través del ocular porque corremos el riesgo de acercar demasiado y dañar tanto el objetivo.
Ahora ponemos los ojos sobre el ocular y mirando a través de el procedemos a realizar el enfoque grueso. Moviendo el tornillo macrométrico lentamente vamos separando la preparación del objetivo.
Llegará un momento en que veamos la muestra de forma más o menos nítida. En este momento dejamos de mover el macrométrico y pasamos a mover el tornillo micrométrico para ajustar de forma más precisa el enfoque (enfoque fino).
Tras enfocar la muestra utilizando un objetivo de pocos aumentos, pasamos al siguiente objetivo de mayor aumento. La imagen puede desenfocarse un poco y tendremos que ajustar el enfoque con el tornillo micrométrico.
En algunas ocasiones puede ocurrir que al pasar a un objetivo de mayor aumento se pierda por completo la imagen. En este caso será mejor pasar de nuevo al objetivo anterior y volver a realizar el enfoque. Así vamos pasando a objetivos de mayores aumentos de forma sucesiva.
A más aumentos, el objetivo enfoca de forma más cercana a la preparación. Por ello hay que tener cuidado de que el objetivo no toque la muestra, pues se puede estropear tanto la lente del objetivo como la propia preparación.
3.- Cómo utilizar el objetivo de inmersión
El objetivo de inmersión se conoce así porque se utiliza sumergiéndolo en un aceite. El aceite de inmersión más habitual es aceite de cedro. Para utilizar el objetivo de inmersión hay que seguir estos pasos:
- Bajamos totalmente la platina.
- Subimos el condensador todo lo que podamos para que se visualice de forma clara y nítida el círculo que se ilumina en la muestra. En este círculo será dónde pondremos una gota del aceite de inmersión.
- Giramos el revólver dónde van los distintos objetivos del microscopio hasta que quede en una posición media entre el objetivo de inmersión y el anterior. Así nos queda el espacio libre para colocar el aceite sin ningún obstáculo.
- Ponemos una gota de aceite de inmersión en el círculo de luz que se debe visualizar nítidamente en la preparación. Una gota es una gota, ni dos ni tres. Hay que poner la cantidad mínima que podamos.
- Giramos el revólver para colocar el objetivo de inmersión en posición de trabajo.
- Mirando desde fuera del microscopio, no a través del ocular, acercamos la platina al objetivo hasta que la lente frontal del objetivo entre en contacto con el aceite de inmersión. Este acercamiento hay que realizarlo de forma lenta. En cuento el aceite y la lente entren en contacto, paramos.
- Pasamos a mirar a través del ocular y enfocamos con el tornillo micrométrico. Hay que realizar el enfoque con cuidado, la distancia entre la preparación y el objetivo es realmente corta!!!
- Tras poner el aceite de inmersión sobre la preparación, hay que volver a realizar el enfoque desde el principio si queremos volver a mirar con un objetivo diferente al objetivo de inmersión. De lo contrario se corre el riesgo de manchar la lente de los objetivos.
- Cuándo terminemos de observar la preparación y queramos retirarla, primero bajamos la platina y luego giramos el revólver para dejar el objetivo de menor aumento en posición de trabajo. Ahora ya podemos retirar la preparación con menor riesgo de dañar algún objetivo y de forma más cómoda.
- Por último, antes de guardar el microscopio, limpiamos el objetivo de inmersión y los oculares con papel especial que no ralle las lentes y que absorba el aceite.
Mantenimiento y precauciones en el manejo del microscopio
Cuando finaliza la observación de una muestra al microscopio hay que seguir unos pasos para dejar el microscopio en las mejores condiciones de almacenamiento y en las mejores condiciones para su próximo uso.
El microscopio se debe dejar con el objetivo de menor aumento en la posición de trabajo, con la platina centrada para que no sobresalga y con la funda (normalmente de plástico) cubriendo el microscopio.
La funda es muy importante para que no se ensucien las lentes ni ninguna parte del sistema óptico. Por ello, siempre hay que poner la funda cuándo no se esté usando el microscopio. Y si el microscopio no se va a usar durante mucho tiempo lo mejor es guardarlo con la funda puesta, dentro de una caja y en un armario. El propósito es protegerlo al máximo del polvo.
Una de las precauciones más obvias en el uso y manejo del microscopio, pero a menudo también de las más olvidadas, es no tocar nunca las lentes con los dedos. En caso de que las lentes estén sucias habrá que limpiarlas con papel de filtro o con papel de óptica para no rayar la lente.
Igualmente, hay que limpiar la lente del objetivo de inmersión cada vez que se termine de usar. Lo mejor es utilizar papel especial de óptica o, en su defecto, papel de filtro.
El papel se pasa por la lente con cuidado, con movimientos en un sólo sentido y sin frotar. Lo mejor es la limpieza inmediata con papel sin utilizar ningún tipo de disolvente.
En caso necesario, por ejemplo si el aceite se ha secado, se puede humedecer el papel en una mezcla de etanol-acetona en proporción 7:3 o xilol. El uso de disolventes para limpiar las lentes del microscopio debe ser algo excepcional pues también dañan la lente a la larga.
Ninguno de los tornillos del sistema mecánico deben forzarse durante su uso. Cada uno tiene un tope que no se debe forzar.
También hay que tener precaución al girar el revólver para cambiar de objetivo. Este giro siempre se debe hacer mirando desde fuera a la muestra para evitar que el objetivo y la preparación rozen entre sí, nunca se cambiará de objetivo mientras se está mirando a través del ocular.
Tampoco hay que cambiar de objetivo tirando directamente de él, para eso está la rueda del revólver.
La platina y el resto del microscopio han de mantenerse limpio y seco.
Todas estas precauciones durante y después del uso del microscopio son muy importantes para mantenerlo en óptimas condiciones para su siguiente uso y para que dure más tiempo sin tener que reponer ninguna pieza, alguna de ellas muy caras.