
La borreliosis es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Borrelia burgdorferi. La bacteria es transmitida por picaduras de garrapatas infectadas y produce fiebre, dolor de cabeza, fatiga y eritemas cutáneos.
También se conoce como enfermedad de Lyme, por ser esta la ciudad donde se descubrió. Los primeros casos diagnosticados como borreliosis se produjeron entre 1975 y 1977 en Old Lyme, Lyme y East Haddam, en Connecticut (Estados Unidos).
En Europa se considera una enfermedad endémica en muchos países, dónde la prevalencia puede llegar al 4%, aunque las pruebas inmunológicas pueden dar positivo en más del 25% de la población en algunas regiones, lo que indica que han sido infectados por la bacteria (no todas las personas desarrollan síntomas de la enfermedad).
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El ciclo de vida de la garrapata
Durante la época más calurosa del año, entre el final de la primavera y el verano, eclosionan los huevos de las garrapatas (orden Ixodida) y salen individuos en estado larvario. Las larvas buscan como primer hospedador animales pequeños, como pájaros y roedores.
En estos hospedadores, las larvas se alimentan y se desarrollan hasta la segunda etapa de la vida de la garrapata, el estado de ninfa. Al llegar la primavera siguiente, las ninfas buscan un segundo hospedador, generalmente mamíferos más grandes como ciervos, perros, gatos, ser humano y otros mamíferos.
Durante esta segunda primavera y el verano la ninfa se hace adulta y pondrá huevos completando el ciclo de vida.
Todo el ciclo suele durar dos años, aunque puede requerir más tiempo si las condiciones son desfavorables. Del mismo modo, si las condiciones son favorables, sobre todo con tiempo templado o caluroso, el ciclo se puede acelerar.

Transmisión al humano
Las garrapatas entran en contacto con la bacteria de la enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi) durante las etapas de larva y ninfa cuando sus hospedadores son pájaros y pequeños mamíferos infectados que llevan la bacteria en su sangre.
La bacteria queda en el sistema digestivo de la garrapata y de ahí pasa a sus glándulas salivares.
Posteriormente, la ninfa abandonará al primer hospedador en busca del segundo hospedador donde hacerse adulta. Cuando le pique para alimentarse de su sangre, inyectará la bacteria en el torrente circulatorio del hospedador y le infectará.
Tanto las ninfas como las garrapatas adultas pueden cambiar de hospedador y transmitir la enfermedad a otros animales. No obstante, la mayoría de casos de borreliosis se asocian con picaduras de ninfas. El mayor riesgo se da al final de la primavera y durante el verano, cuando las garrapatas están más activas.
Antes se pensaba que las garrapatas hembras no pasaban la bacteria a los huevos, pero parece ser que algunas especies de garrapatas si lo hacen y sus larvas también pueden transmitir la enfermedad, aunque la infestación por larvas de garrapata en humanos es muy rara.
Otras formas de transmisión
Además del humano, la bacteria puede ser transmitida desde las garrapatas a otros mamíferos, por ejemplo gatos y perros, pero la enfermedad no se suele transmitir de animal a animal, incluyendo desde animales al humano y entre humanos.
No se contagia al tocar, al besar, por el aire ni a través de comida contaminada. Por eso se considera frecuentemente que la enfermedad de Lyme no es una enfermedad contagiosa.
No obstante, los microorganismos que dependen de un hospedador, como Borrelia burgdorferi, suelen especializarse en una vía de transmisión, en este caso a través de picaduras de garrapatas, pero eso no quiere decir que no se puedan transmitir por otras vías.
Es común que se diga que la enfermedad de Lyme no se transmite a través del contacto íntimo y sexual ni tampoco durante el embarazo, pero existen datos y casos documentados que sugieren que la transmisión vertical congénita y la transmisión sexual son posibles, aunque mucho más difícil que en otras enfermedades infecciosas.
Así, entre otras vías de transmisión de la enfermedad de Lyme se pueden encontrar:
- Transfusión sanguínea contaminada
- Embarazo
- Intercambio de fluidos durante el coito
- Exposición a heces de animales o personas infectadas