El bioma desértico es un bioma terrestre y seco. Aunque se suele asociar con altas temperaturas, la característica principal del bioma desértico no es la temperatura sino el bajo nivel de precipitaciones que recibe, generalmente por debajo de 50 cc anuales.
Los biomas desérticos cubren alrededor de 1/5 de la superficie terrestre y se pueden encontrar en latitudes y altitudes muy diferentes, diferenciándose cuatro tipos según la aridez, el clima, la localización y la temperatura: áridos, semi-áridos, costeros y desiertos fríos.
En contra de lo que se pueda pensar, en los biomas desérticos viven numerosas especies de animales y plantas especialmente adaptadas para las duras condiciones que caracterizan estos hábitats.
Índice de contenido
Clima: precipitaciones y temperatura
Las precipitaciones es una de las características más identificativas de los desiertos. En la mayoría de desiertos, las precipitaciones anuales están por debajo de los 50 cc.
La lluvias suelen suceder de forma intensa y de corta duración, separadas entre sí por largos períodos de sequía. En los desiertos áridos el agua se evapora rápidamente, a veces incluso antes de llegar al suelo.
En los desiertos fríos son frecuentes las nevadas intensas durante los inviernos y lluvias moderadas en primavera.
Otra características distintiva de los biomas desérticos es la gran fluctuación diaria de la temperatura. La temperatura nocturna puede caer hasta más de 40 grados en algunos casos.
Esto se debe principalmente a la sequedad del aire. La presencia de humedad amortigua la absorción y pérdida de calor. Con un aire seco, la radiación solar llega directa al suelo, se calienta rápidamente e irradia calor al ambiente.
Por la noche ocurre lo contrario, el suelo se enfría rápidamente al no haber humedad en el aire que retenga el calor.
Tipos de biomas desérticos
Los biomas desérticos se clasifican en cuatro tipos de hábitats:
- Desiertos áridos
- Desiertos semi-áridos
- Desiertos costeros
- Desiertos fríos
Desiertos áridos
Los biomas desérticos de tipo árido son desiertos muy secos y con altas temperaturas. Los desiertos áridos se dan en latitudes bajas. Incluyen los desiertos de Estados Unidos, los desiertos neotropicales (América central y del sur), los desiertos afrotropicales y los desiertos australianos.
Algunos ejemplos son el desierto del Sahara, el desierto de Sonora o el desierto del Kalahari.
Las temperaturas son muy altas durante todo el año, aunque son considerablemente más altas durante los meses de verano.
En las regiones más extremas de los desiertos áridos, las temperaturas máximas pueden sobrepasar los 50 ºC durante el día, y pueden llegar a caer hasta los -18 ºC durante la noche.
Reciben muy pocas precipitaciones y largamente excedidas por la evaporación. Algunas lluvias se evaporan incluso antes de alcanzar el suelo.
Desiertos semi-áridos
Los desiertos semi-áridos son parecidos a los desiertos áridos pero con condiciones menos extremas. Suelen tener veranos largos, calurosos y secos, e inviernos fríos y con cierto grado de precipitaciones.
Se pueden encontrar desiertos semi-áridos en el neártico (la mayor parte de norteamérica), Groenlandia, Europa y Asia.
Desiertos costeros
Los desiertos costeros ocurren en márgenes continentales en zonas de temperaturas moderadamente frías o templadas. Algunos de los mejores ejemplos son el desierto de Atacama, en Chile, y el desierto de Namib, en Namibia.
Estos biomas desérticos presentan inviernos fríos seguidos de veranos largos y templados. Los inviernos pueden llegar a 5 ºC o menos, y los veranos estar entre los 25 y los 30 ºC.
Desiertos fríos
Los desiertos fríos son biomas desérticos con inviernos largos y con temperaturas muy bajas. Los veranos son cortos, húmedos y moderadamente cálidos. Ocurren en las regiones árticas y antárticas, y en zonas de alta montaña por encima del límite del bosque (treeline).
Los desiertos fríos suelen recibir mayor cantidad de precipitaciones que otros biomas desérticos. Un buen ejemplo es el desierto del Gobi, que abarca territorios de China y Mongolia. Muchas zonas de la tundra también se pueden considerar desiertos fríos.
Plantas y animales de los biomas desérticos
La baja pluviosidad y las fluctuaciones extremas de las temperaturas hacen muy difícil la vida vegetal, aunque muchas plantas han conseguido adaptarse a estos ambientes.
Las plantas más representativas de los desiertos son los arbustos bajos leñosos, los cactus, las suculentas, las crasas, pero también se pueden encontrar algunos tipos de árboles.
Son comunes plantas con sistemas de almacenamiento de agua y con recubrimientos cerosos en las hojas para disminuir la pérdida de agua.
Al igual que las plantas, muchos animales se han adaptado a las condiciones de los biomas desérticos, incluyendo reptiles, aves, insectos, mamíferos e incluso anfibios.