La apendagitis epiploica es la inflamación de los conocidos como apéndices epiploicos, unas protuberancias de grasa con forma pedincular que aparecen a lo largo del colon. A veces también se llama apendicitis epiploica, pero no se debe confundir con la apendicitis, que es la inflamación del apéndice vermiforme y que requiere un tratamiento muy distinto.
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Los apéndices epiploicos
Todos los órganos del abdomen están rodeados por una membrana serosa que se conoce como peritoneo. Los apéndices epiploicos se forman por proyecciones de esta membrana rellenas de grasa. Se disponen en dos cintas longitudinales desde el ciego, en la parte inicial del intestino grueso, hasta el colon sigmoideo, la última parte del colon antes del recto.
Se ha sugerido que los apéndices epiploicos actúan de barrera contra la expansión de infecciones en el peritoneo, como simple reserva energética o con alguna función de absorción, pero todavía no se conoce con exactitud las funciones que puedan desempeñar.
Apendagitis epiploica
La apendagitis epiploica, término acuñado por Lynn et al. en 1956, se refiere de forma general a la inflamación de los apéndices epiploicos por cualquier causa. Su síntoma principal, y muchas veces único, es un dolor abdominal agudo, bien localizado y no irradiado, principalmente en la parte izquierda del abdomen. Es frecuente que el dolor aumente durante la defecación y micción debido a la propia tracción de los apéndices.
Las causa principal de apendagitis epiploica se achaca a la torsión de los apéndices, generalmente por acumulación de gas, que impide el correcto riego sanguíneo. También se puede producir por trombosis espontánea. En ambos casos se puede llegar a producir necrosis de la grasa intrapedincular, lo que produce el cuadro inflamatorio agudo que causa la apendagitis epiploica.
La apendagitis epiploica es una afección generalmente autolimitante, de buen pronóstico y cuyo tratamiento requiere reposo y antiinflamatorios para aliviar el dolor. Suele remitir en unos pocos días, aunque a veces se puede extender varias semanas. La apendagitis epiploica no requiere tratamiento con antibióticos ni tratamiento quirúrgico1.
La diverticulitis y la apendicitis también cursan con dolor abdominal agudo pero tienen una etiología muy diferente. Ambas están muy ligadas a infecciones, tanto como causa como posible complicación, por lo que necesitan tratamiento con antibióticos. Además, la apendicitis suele requerir intervención quirúrgica de urgencia y la diverticulitis la puede requerir en casos avanzados.
Para no utilizar antibióticos de forma inadecuada ni someter a los pacientes a intervenciones quirúrgicas innecesarias, el diagnóstico diferencial entre estos problemas de salud con síntomas tan parecidos es muy importante. El diagnóstico por imagen más fiable en el diagnóstico de apendagitis epiploica es la tomografía computerizada o TAC.