Los antisueros constituyen una forma de inmunidad pasiva utilizados como tratamiento de enfermedades infecciosas y contra venenos de numerosas especies animales. En este artículo aprenderemos qué es un antisuero y cómo funciona.
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Definición
Se denomina antisuero o suero inmunológico a un suero sanguíneo que contiene anticuerpos específicos contra un patógeno o contra una toxina.
Los antisueros se utilizan para tratar diversas enfermedades, por ejemplo el Ébola, pero el uso más común es como antitoxinas o antídotos contra venenos.
Los antisueros se pueden obtener de humanos previamente inmunizados o de otros animales, como el cerdo, el conejo o el caballo.
Emil Behring fue el primero en utilizar antisueros como terapia contra la difteria y el tétanos en la década de 1890. Su trabajo en este campo le valió el Premio Nobel en Medicina en 1901.
Funcionamiento de los antisueros
Los sueros inmunológicos se suelen administrar por vía intravenosa para que lleguen directamente a la circulación sanguínea. Los anticuerpos inoculados se unen a los antígenos del agente infeccioso y facilitan su reconocimiento por el sistema inmune del receptor, por lo que se considera una forma de inmunidad pasiva.
Los antisueros son efectivos para patógenos que son capaces de esquivar la respuesta de un sistema inmune no estimulado previamente, por lo que para producirlos es necesario que existan supervivientes previos.
El sistema inmune de estos supervivientes fue capaz de destruir al agente patógeno y producir anticuerpos efectivos contra él.
De estos supervivientes se extrae el suero con los anticuerpos, se purifican y se fabrican los sueros inmunológicos.
En la producción de grandes cantidades de antisueros se suele recurrir a animales de cierto tamaño, como los caballos, ya que de ellos se puede obtener mayor cantidad de suero. Estos animales son vacunados y posteriormente infectados para que produzcan los anicuerpos deseados.