La colelitiasis, también conocida como cálculos biliares o piedras en la vesícula, son depósitos sólidos y duros que se forman en la vesícula biliar, un órgano del aparato digestivo que almacena la bilis.
En los países de estilo de vida occidental, entre el 10 y el 15% de la población padece de cálculos biliares, aunque la mayoría de ellos, en torno al 80%, nunca presentan síntomas.
Según la composición se distinguen dos tipos de cálculos biliares. Los de colesterol, que son de color amarillento o marrón, y los de bilirrubina, que son muy oscuros, casi negros. También se pueden formar cálculos mixtos de colesterol y bilirrubina.
Se forman cuando hay demasiado colesterol o demasiada bilirrubina en la bilis. También si hay poca cantidad de sales biliares para disolverlos.
Índice de contenido
Formación de los cálculos biliares
En la composición de la bilis destacan altas cantidades de colesterol y diversos pigmentos orgánicos, sobre todo bilirrubina y otros derivados del metabolismo de la hemoglobina.
También contiene sales biliares, que son sales sódicas, potásicas y cálcicas de compuestos ácidos sintetizados a partir de colesterol, como el ácido taurocólico o el ácido glicoquenodesoxicólico.
Entre otras funciones, las bilis tiene un papel fundamental en la digestión y absorción de las grasas, pues permiten su emulsión y disolución.
Cuando en la bilis hay demasiado colesterol o no hay suficiente cantidad de sales biliares para disolverlo, el exceso colesterol no puede permanecer disuelto y forma depósitos sólidos en la vesícula.
Lo mismo ocurre si hay demasiada bilirrubina, no puede permanecer disuelta, precipita y forma cálculos.
Un factor muy importante que afecta a la formación de piedras biliares es la frecuencia y capacidad de contracción de la vesícula.
El vaciado incompleto o poco frecuente de la vesícula hace que su contenido se vaya concentrando cada vez más, lo que contribuye de forma notable a la formación de las piedras.
La propia presencia de cálculos biliares obstruyendo la salida de bilis puede causar el vaciado incompleto y fomentar la aparición de más cálculos.
Las hormonas estrogénicas (sintetizadas a partir de colesterol) pueden incrementar la concentración de colesterol en la bilis y fomentar la formación de piedras, por eso aumenta el riesgo de cálculos biliares durante el embarazo o durante tratamientos hormonales, incluyendo la contracepción hormonal.
Así, las causas se podrían resumir en:
- Aumento del colesterol en la bilis
- Aumento de bilirrubina en la bilis
- Vaciado incompleto de la vesícula
- Cambios hormonales
Composición de los cálculos biliares
Los cálculos biliares de colesterol son los más habituales, pero también se pueden formar cálculos de bilirrubina si esta alcanza altas concentraciones en las bilis.
Los cálculos de colesterol tienen colores amarillentos, verdosos o marrón oscuro. Los cálculos de bilirrubina suelen ser más pequeños y numerosos que los de colesterol y tienen un color mucho más oscuro, casi negro.
También se pueden formar cálculos mixtos de colesterol y bilirrubina.
Factores de riesgo
Existen varios factores que aumentan el riesgo de padecer colelitiasis, entre los más destacados:
- Obesidad: es uno de los factores de riesgo más importantes; el sobrepeso aumenta los niveles de colesterol y dificulta el vaciado completo de la vesícula favoreciendo la concentración de su contenido.
- Hormonas estrogénicas aumentadas: las píldoras anticonceptivas y contraceptivas, las terapias hormonales sustitutivas o el embarazo, son situaciones en la que aumentan los niveles de estrógenos, lo que favorece a su vez el aumento de colesterol.
- Diabetes: los pacientes diabéticos tienden a tener los triglicéridos altos (un tipo de lípidos) y, como el colesterol, son un factor de riesgo para los cálculos biliares.
- Problemas hepáticos: diversas enfermedades hepáticas, como la cirrosis, aumentan el riesgo de padecer cálculos biliares de bilirrubina.
- Fármacos contra el colesterol alto: algunos tratamientos para disminuir el colesterol en sangre tienen como efecto secundario su aumento en la bilis.
- Ayunos: el vaciado de la vesícula se vuelve infrecuente y su contenido se concentra.
- Edad: el riesgo de desarrollar piedras en la vesícula aumenta a partir de los 40 años.
- Sexo: las mujeres son más propensas a sufrir cálculos biliares.
- Historia familiar: existen componentes genéticos que aumentan el riesgo de que se formen cálculos, y es habitual encontrar familias donde un alto porcentaje de sus miembros sufren cálculos biliares en algún momento de su vida.
- Dieta y actividad física: las dietas bajas en fibras, altas en grasa o altas en colesterol, así como el sedentarismo y falta de ejercicio aumentan el riesgo de que se formen cálculos biliares.
- Pérdida rápida de peso